Apelativo confirma sentencia contra Maha Abdel
El Tribunal de Apelaciones confirmó la sentencia que el foro que le antecede determinó sobre un pleito que presentó Maha Abdel Rahim Koyac contra la Universidad Interamericana por alegado despido injustificado, discrimen en el trabajo, hostigamiento laboral, daños y perjuicios.
Rahim Koyac, profesora en Tecnología de padre sirio y madre palestina, fue la mujer que retuvo a su hijo en la isla impidiendo así que regresara con su padre, Rasim Hallum, un comerciante sirio que reside en California. El padre del menor solicitó el regreso de su hijo a los Estados Unidos pues en la isla estaría expuesto a los problemas sociales.
El foro apelativo decidió en una sentencia de 41 páginas que la mujer incumplió con sus labores en el centro universitario y que se negó a recibir órdenes de sus superiores, quienes después de varios intentos y búsqueda de soluciones, despidieron a la graduada en Ciencias de la Computación.
Según establece el documento legal, Rahim Koyac, quien practica el Islam, comenzó a trabajar en 1996 en la Oficina de Recursos Humanos de la Interamericana, lugar en donde fue escalando varias posiciones hasta llegar a la posición de especialista en servicios tecnológicos II en la Vicepresidencia Auxiliar de Aprendizaje a Distancia.
En ese lugar entabló buenas relaciones con sus compañeros de trabajo, entre ellos, ladirectora de esa oficina,profesora Cecil M. Cancel Font, quien se convirtió en su amiga.
La controversia se suscitó cuando otro de sus colegas, Héctor Maldonado, administrador de Sistemas en el Centro de Cómputos, le pidió a Rahim Koyac que firmara un documento y lo entregara a su supervisora, la profesora Cancel Font. El escrito era un contrato de servicios profesionales que beneficiaba exclusivamente a Maldonado, por lo que la mujer rechazó firmarlo.
Tras ese suceso, la profesora en Tecnolgía expresó a sus superiores en Recursos Humanos sentirse amenazada y hostigada por Maldonado, a quien se le negó la entrada al campus universitario. Ese evento provocó que Rahim Koyac cambiara su conducta y se negara seguir las instrucciones de sus supervisores, quienes, según la sentencia, le brindaron alternativas en busca de poner fin a la controversia.
En el documento se establece, además, que la querellante tuvo oportunidad de radicar una denuncia por los presuntos comentarios de algunos de sus compañeros de trabajo contra la religión musulmana, sin embargo, no lo hizo. También presenta que la especialista en Cómputos pudo haber renunciado a su puesto por las alegaciones que presenta la demanda, acción que nunca tomó.
'La apelante aceptó en su testimonio que se negó a realizar las tareas asignadas por los problemas que tuvo con sus compañeros. Se le pidió que explicara en un documento las razones de negarse a sus funciones, pedido que también rechazó. Conforme a nuestro ordenamiento jurídico, la apelante no fue disciminada en su área de empleo, por sus creencias religiosas, raza, y que su despido estuvo justificado, y no descansó en motivos discriminarorios', reza la sentencia firmada por los jueces Vizcarrondo Irrizary, Figueroa Cabán y Flores García.