Marcha orgullo gay pide solidaridad por sus derechos (galería)
Cientos de miembros de la comunidad gay en Puerto Rico participaron el domingo en una marcha que culminó en el Parque del Tercer Milenio en San Juan para celebrar la diversidad, pedir solidaridad a su orientación sexual y abogar por la igualdad de derechos.
Esta vigésimacuarta Marcha de Orgullo Gaycobró un valor especial porque ocurre mientras en el Tribunal federal de Puerto Rico se dilucida una demanda civil que podría culminar en la legalización del matrimonio del mismo sexo, el cual ya ha sido reconocido en varios estados.
La demanda fue radicada por la licenciada Ada Conde y su esposa quienes buscan que su matrimonio sea reconocido en Puerto Rico.
'Empiecen a hacer planes de boda que vamos a casarnos en Puerto Rico. Ya en diciembre habrá igualdad para todos', gritaba Conde en un megáfono mientras caminaba por la avenida que bordea el Escambrón. Cerca de ella, había un carro con un letrero que decía 'Familia straight apoya a familia gay'.
Más allá del colorido artístico que caracteriza el evento, llamó la atención la cantidad de parejas y niños que asistieron a la actividad.
Uno de los organizadores de la misma, Luis R. Conti explicó a NotiCel que por no ser año eleccionario la marcha se enfocó en abogar por solidaridad a los derechos de la comunidad gay y no en la política.
Ya la comunidad gay ha logrado que se convierta en ley legislación para evitar el discrimen en el empleo por orientación sexual y por violencia doméstica pero todavía faltan la obtención de más derechos como el permitir a los transexuales cambiar su sexo en su certificado de nacimiento y el que las parejas del mismo sexo puedan adoptar y casarse.
Conti mencionó también que la comunidad desea que se desarrolle un currículo de perspectiva de género en el Departamento de Educación para educar los niños sobre la igualdad.
'El mensaje es uno de solidaridad; de unir a la comunidad; de contrarrestar los ataques del sector fundamentalista religioso…Todavía nos queda mucho por recorrer,' explicó Conti.
El sentir de miembros de la comunidad es que todavía impera el prejuicio en Puerto Rico.
Wilson Santiago, de 49 años de edad, y su pareja José Encarnación, de 41, llevan 15 años juntos y ambos esperan poder legalizar su unión y obtener los beneficios del matrimonio.
Santiago dijo que aunque no han sentido en carne propia la discriminación, sí lo han percibido en el odio en las redes sociales.
'Usan lenguaje despectivo, en su mayoría son de las iglesias y creyentes', dijo Encarnación.
Ambos son católicos y asisten a misa como otras personas pero critican que líderes religiosos se opongan al matrimonio para parejas del mismo sexo al considerarlo abominable.
Jonathan Seno, de 26 años, dijo que para él 'es sumamente importante' poderse casar con su pareja Heriberto González, de 28.
González labora en una compañía en donde dice hay discrimen porque, cuando van personas a ser entrevistadas para empleo, los gerentes no las contratan si son hombres que se ven afeminados o mujeres cuya apariencia es una masculina. 'Hay mucho discrimen', dijo.
Al preguntarle si entendía que el Partido Popular Democrático había avanzado los derechos de la comunidad gay al no reconocer el matrimonio del mismo sexo, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, dijo que la administración del gobernador Alejandro García Padilla 'ha hecho mucho' al destacar la ley que prohíbe el discrimen en el empleo por orientación sexual.
El representante popular Luis Vega Ramos, quien preside la Comisión de lo Jurídico, destacó que el tema del matrimonio del mismo sexo se tocará cuando se comience la discusión para hacer un nuevo Código Civil, algo que se espera suceda pronto.
Como ocurre todos los años, mientras los miembros de la comunidad gay marchaban hacia el Parque del Tercer Milenio, se toparon con miembros del sector religioso fundamentalista, quienes hicieron una contraprotesta en contra de su estilo de vida.
Ellie Guzmán, de 25 años de edad, viajó a Puerto Rico para estar con su pareja de 33 en la marcha, GloriaOrell, quien dijo que querían apoyar a la comunidad al entender que existe discriminación en el empleo y por su apariencia al verse masculinizadas.
En la actividad estuvo presente personal del Departamento de Salud que hizo pruebas rápidas para detectar sífilis y el virus del VIH a la vez que educar sobre las enfermedades de transmisión sexual.
Ivelisse Rivera Alvarado, una educadora en salud, y Patricia Vélez, una técnico epidemióloga, dijeron que unas 50 personas se hicieron las pruebas pero muchas les dijeron que ya se las habían hecho,