Para algunas madres, 'felicidades mami!' es solo un recuerdo
Para la mayoría de las madres, hoy será un día de ver y abrazar a sus hijos e hijas. Para otras, el día de hoy será un recordatorio de que la violencia les ha arrebatado a esos hijos e hijas que ya no estarán allí para decirles: '¡felicidades mami!'.
NotiCel conversó con tres madres cuyos hijos fueron asesinados. Las mujeres relataron cómo viven sus días después de ese suceso fatal .
Mildred Verónica Rodríguez, madre de Michelle Marie Ruiz de Porras, quien perdió la vida en 1997 a los 15 años, comentó que la muerte de un hijo es irreparable.
'Ninguna mamá está preparada para la muerte de su hijo y mucho menos por causas violentas. Uno aprende a vivir con eso y cuando vienen esos recuerdos, pues uno los bloquea. Uno con ayuda puede seguir hacia delante, pero no se sana. Esa pérdida es muy difícil', indicó la mujer.
Su única hija, quien era estudiante de la UHS en Río Piedras, fue asesinada el 10 de abril de 1997 en la Playa de Piñones cuando acompañaba a un amigo que la invitó a hacer unas gestiones. El caso nunca se esclareció.
'Ella fue víctima inocente del crimen. Al día de hoy yo no sé ni quién ni por qué', agregó la fémina, quien pasará el tiempo este domingo compartiendo con su madre, hermanos e hija adoptada.
Por su parte, Jésida Díaz manifestó que la muerte de Yadier Fontánez fue un suceso que aún le cuesta creer, a pesar que han pasado casi cuatro años desde el incidente que culminó con su vida.
Su hijo, de 22 años y graduado de Ingeniería, recibió tres impactos de bala, por un presunto lío de faldas, el 1 de diciembre de 2010 mientras esperaba a un amigo en su carro. El vehículo recibió más de 85 tiros del o los sujetos que provocaron su muerte. La mujer nunca continuó el proceso de investigación para esclarecerlo.
'Aunque estuvo con la Policía en el momento de los hechos, más allá de ahí, no. Nada de lo que yo hiciera me lo iba a devolver y en ese momento estuve en un estado que no lo podía creer', dijo sobre el particular.
'Todavía yo pienso que él está vivo, todavía yo pienso que en algún momento él va a llegar, pero la realidad es que él no va a volver y que no está, confesó la fémina, quien aseguró que su nieta, hija de Fontánez, le ha dado más motivos a su vida.
Admitió, además, que ha aprendido a vivir un día a la vez y que la celebración de este domingo es una que de cierta forma le afecta.
'Él era mi todo, la luz de mi vida y ahora no está', comentó Díaz, quien aceptó que en días en donde se celebra algún motivo, como Navidad o la celebración de las madres, se toma algún relajante y duerme en el día.
Entretanto, Mayra Rivera Torres, cuya hija menor de 19 años fue asesinada en junio de 1997 en una balacera en una discoteca, sostuvo que la partida física de un hijo trastoca toda la vida de los padres.
'Es algo difícil, muy difícil y que te mueve todo tu mundo. Un incidente así transforma a uno', apuntó.
Rivera Torres es la directora de la Alianza Laura Aponte por la Paz Social (ALAPÁS), organización que lleva el nombre de su hija y que se dedica a ayudar a madres cuyos hijos fueron víctimas del crimen en el país.
Las tres mujeres coincidieron en que sus vidas han continuado gracias a la ayuda que han recibido de profesionales y de la fe cristiana.
El centro está ubicado en Río Piedras y brinda orientaciones de especialistas constantemente. Para más información, puede comunicarse al número 1-888-631-5528.