Manifestante desnudista: 'Yo usé la plaza como cualquier otro ciudadano' (video)
Aunque la intervención de la Policía Municipal de San Juan y los arrestos no le tomaron por sorpresa, Stephanie Monserrate López, única mujer que participó de la manifestación con desnudos el jueves en la Plaza de Armas, insistió en que el ejercicio no fue un acto ilegal y que su único objetivo era probar cómo el lenguaje jurídico regula la manifestación artística y la expresión corporal.
En entrevista con NotiCel, la gestora cultural anticipó que esta próxima semana ella y los otros dos modelos, Héctor Cruz y Seíl Román, se reunirán con un grupo de abogados, quienes están interesados en representarlos si el juez o la jueza que atienda el caso el 22 de mayo en el Tribunal de San Juan haya causa para arresto.
La joven de 28 años y estudiante de Maestría en Gestión Cultural en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras se mostró esperanzada en salir favorecida, junto a sus compañeros, una vez acuda al Tribunal de Primera Instancia.
'Esperamos que todo salga bien porque los arrestos no se llevaron de la mejor manera. En el momento que sucedió no nos explicaron por qué lo hicieron, no nos dieron razones allí y nos decían que nos explicarían en la comandancia. Aunque le pedí al policía que me explicara el artículo por el cual me detenía, no me supo decir y tuvo que llegar otro de sus compañeros a informarme', indicó.
'Todo debe salir bien porque nosotros no hicimos nada malo. Ejercimos nuestro derecho a la libertad de expresión que está protegida por el mismo estado', agregó la mujer, quien dijo que la Uniformada no está educada para atender situaciones como en la que participó.
Monserrate López comentó, además, que entiende las preocupaciones de algunos sectores, quienes repudiaron la manifestación y la calificaron como obscena, inapropiada o que se celebró en un lugar inadecuado.
'Mientras sigamos significando el cuerpo como algo malo o obsceno, vamos a seguir teniendo problemas. La gente pensará, entonces, que el cuerpo y la desnudez son malo y va creando otro tipo de malestares que podrían llegar hasta conductas como las violaciones o pedofilia. Mientras la educación hacia el cuerpo sea así, seguiremos teniendo problemas', apuntó.
Defendió, también, el no haber solicitado permisos para el acto, pues al ser la plaza un lugar público, cualquier persona puede utilizarla.
'La gente se puede ofender por tantas cosas que lo que debemos es auspiciar la tolerancia y comprender que hay convivencia en los espacios. Yo usé la plaza como cualquier otro ciudadano que estaba allí', comentó sobre el particular.
Igualmente, cuestionó el por qué mantener oculto el tema de la sexualidad cuando es algo que todos los seres humanos tienen y que practican.
La gestora cultural agregó que este tipo de ejercicios busca presentar, eventualmente, legislación para enmendar el artículo de obscenidad del nuevo Código Penal que, a su juicio, es uno ambiguo que coarta el derecho de la comunidad artística a expresarse. La mujer indicó que se debe crear una política cultural acorde a las prácticas de arte moderno.
'Los artistas, con este tipo de política pública, que regulan con permisología las manifestaciones, no nos están permitiéndonos hacer utilización correcta de los espacios y a la misma vez que se valide nuestra forma de trabajo', puntualizó.