El obispo de la Diócesis de Arecibo, monseñor Daniel Fernández Torres, rechazó este miercoles las imputaciones de índole sexual y confirmó que El Vaticano solicitó información adicional al obispo de Caguas, Ruben González, para esclarecer el asunto.

En rueda de prensa celebrada en el Obispado de Arecibo, Fernández Torres negó los señalamientos que, según dijo, surgen por las acciones que él, como líder de la Iglesia Católica en Arecibo, tomó una vez llegó al puesto.

'Había unas situaciones que tenían que ser atendidas y comencé a hacerlo buscando la verdad, con determinación, con firmeza y buscando hacer justicia. Ha sido doloroso, pero necesario. Esa queja que se ha hecho en mi contra está en el contexto de esas acciones que se han tomado. La motivación para esta denuncia pudiera venir como una venganza de lo que he tenido que hacer', manifestó el obispo acompañado por su homólogo, el arzobispo metropolitano de San Juan, Roberto González Nieves.

Fernández Torres se refirió a las divisiones del estado clerical, ordenadas por la Santa Sede, que han surgido en la Diócesis de Arecibo desde que él la encabeza. Entre esas expulsiones, está la del exsacerdote José Colón Otero, separada de su cargo hace dos semanas luego de una investigación de tres años por violaciones a los cánones eclesiásticos.

Informó, además, que tras comunicarse con la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo que vela por el comportamiento de las leyes y dogmas de sacerdotes en la Iglesia Católica, estos le confirmaron que no existe una investigación en su contra. Tampoco, agregó, hay un proceso de pesquisa por parte del nuncio apostólico y delegado en Puerto Rico, Jude Thaddeus Okolo.

'Me siento sereno, me siento tranquilo y veo en esto que el Señor me está dando una oportunidad de demostrarle mi amor, mi fidelidad a él. Estoy convencido que esto que está ocurriendo lo puedo mirar como una prueba que hará de mi un pastor fortalecido. Situaciones como estas no me van a desenfocar de seguir haciendo lo que he estado haciendo', sostuvo el líder de la Diócesis de Arecibo desde el 2010.

Aclaró, también, que aunque no conoce personalmente al querellante, sí la identificó y sabe quién es. El obispo detalló que fue entrevistado el verano pasado por personal de El Vaticano para conocer sobre la denuncia, pero no se inició una investigación oficial.

Por su parte, el arzobispo de San Juan confirmó que aunque no hay una pesquisa oficial, sí se le solicitó a Rubén González, de la Diócesis de Caguas, información adicional que colabore a aclarar el señalamiento. 'El obispo de Caguas recibió una encomienda de parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el ha sido puesto bajo un sello de confidencialidad, por lo que no puede hablar ni responder preguntas. Se le pidió que recogiera información', explicó.

De igual forma, sostuvo que una vez González recopile información, entonces la enviará a la Santa Sede, quienes serán los que tomarán alguna determinación, si alguna.

Sobre la decisión de expulsar como sacerdote a Colón Otero, el obispo Fernández Torres puntualizó que la decisión de la Santa Sede es final, aunque el proceso de apelación dura unos 60 días.

'Con Colón Otero ha habido un proceso eclesiástico de mucho tiempo. Hubo una determinación de la Santa Sede y un proceso largo de análisis. Existe un decreto de división del estado clerical. Eso entró en efecto una vez se notificó. El ya no ejerce ministerio sacerdotal. No debe hacerlo. Esa es la determinación. Es un decreto que emite la congregación', apuntó.