Defensa de Casellas apuesta a la apelación para salvarlo de prisión (Análisis)
¿Por que la defensa de Pablo Casellas Toro no presentó un perito para contrarrestar testimonio de la patóloga Rosa Rodríguez?
Muchos se hacen esa interrogante y, de hecho, me han hecho esa pregunta, incluyendo abogados y fiscales que han comentado y seguido el caso a traves de los medios de comunicación.
La respuesta es sencilla: porque la defensa, integrada por los experimentados abogados criminalistas Harry Padilla, Arturo Negrón García, Juan Ramón Acevedo y Francisco Rebollo, apuesta que Casellas Toro tiene posibilidades de exito en un futuro proceso apelativo.
Ello si en el transcurso del día de hoy se produce un veredicto de culpabilidad contra el corredor de seguros, quien enfrenta cuatro cargos criminales relacionados al asesinato de su esposa Carmen Paredes.
La defensa tuvo la oportunidad de oponerse sin éxito al testimonio de la patóloga, la contrainterrogó y argumentó por más de una hora _en una audiencia sin jurado_ su solicitud para que se suprimiera el testimonio de Rodríguez en cuanto a su expresión de que el asesinato de Paredes se produjo en un escenario 'familiar, sorpresivo y rápido'.
Ante el fallo adverso, la defensa no podía darse el lujo de sentar a un perito a contrarrestar ese testimonio porque hubiese sido un asunto de credibilidad, es decir, el jurado decidiría a cuál de los dos peritos creerle su teoría de lo que pasó en la terraza de la casa del matrimonio Casellas-Paredes el 14 de julio de 2012.
Y es que si la defensa se jugaba la carta de sentar a su perito, entonces sus argumentos perderían fuerza en el foro apelativo, afirmó un abogado que prefirió mantenerse en el anonimato.
Todo se limita a un asunto de estrategia legal.
Dónde yo tengo más posibilidades de prevalecer? Ciertamente, los abogados defensores apuestan al proceso apelativo.
Y es que la defensa entiende que el testimonio de la patóloga Rodríguez 'fue un disparate' que se extendió más allá de las conclusiones científicas a las que ella podía llegar con un examen de autopsia al cadáver.
De hecho, en su informe final, el licenciado Padilla lo consignó nuevamente para el récord y lo proclamó dentro de las 29 fallas del ministerio público y el proceso investigativo.
'Llega a la osadía de decir que le dieron un primer disparo que la dejó cuadripléjica y esta es la única cuadripléjica que mueve sus manos… la patóloga dejó de hacer lo que le correspondía y cayó en el capo de la especulación', afirmó Padilla en su informe final al jurado, integrado por seis hombres y seis mujeres.
Padilla argumentó que la evidencia presentada al jurado era 'flaca y descarnada' que creaba duda razonable y que el jurado estaba obligado a emitir un veredicto de no culpabilidad.
Unos letrados opinan que ese testimonio de Rodríguez sí estaba dentro del alcance de lo que la patóloga podía decir basada en su experiencia como perito de escenas criminales, pero otros opinan que no.
El hecho cierto es que la defensa ya ha hecho el récord del caso. En el expediente obran sus objeciones, sus preguntas durante el contrainterrogatorio, así como las polémicas declaraciones que de acuerdo con los abogados causó un daño irreparable al derecho constitucional del acusado a tener un juicio justo e imparcial.
Ese precisamente es el fundamento principal en torno al que va a girar la apelación.
En su turno de rectificación, la fiscal Janet Parra argumentó que las declaraciones de la patóloga se producen a la luz de cómo se encontró el cadáver en la terraza con las piernas cruzadas, por lo que es lógico pensar que la persona que entró a la escena del crimen le inspiraba confianza y por ello no abrió las piernas.
'No creo que el compañero haya sido amigo de Carmen Paredes. Probablemente si hubiese entrado Harry Padilla a la casa de Carmen Paredes también hubiese abierto las piernas', destacó la fiscal Parra.
El tiempo dirá quién prevalecerá, porque lejos de concluir hoy con el veredicto del jurado, a este caso le queda mucha de vida en los procesos apelativos.
Casellas Toro está acusado por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia y declarar falsamente un delito.
Cuando se determinó causa para arresto en octubre 2012, la fiscal Phoebe Isales explicó que ese último cargo se relaciona con la querella que el imputado presentó ante los agentes del cuartel de Levittown de que supuestamente el 17 de junio de 2012 le robaron tres armas y fue víctima de una tentativa de asesinato. Entre las armas, que Casellas Toro alegó falsamente que le robaron, se encuentra la utilizada para asesinar a Paredes.