Abogado pide cierre de Hospital UPR por negligencia 'criminal'
El licenciado Marcos A. Rivera radicó hoy en el Tribunal de Carolina una solicitud de interdicto preliminar para ordenar el cese de operaciones del Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina al alegar que el mismo ha incurrido en genocidio contra las comunidades pobres que sirve.
El licenciado estuvo acompañado de algunas de las víctimas que sufrieron la pérdida de seres queridos alegadamente debido al brote de la bacteria Acinetobacter Baumanni, relacionada con al menos 32 muertes.
'Estamos solicitando el cierre de operaciones del hospital...Aquí ha habido una negligencia crasa que raya en lo criminal', dijo Rivera.
Aunque un informe del Departamento de Salud puso el número de pacientes que fallecieron en el hospital luego de contraer la bacteria en 23, otro informe de Centro para el Control de Enfermedades dijo que fueron 32. Rivera dijo tener un listado de 54 personas que murieron en el hospital, y fuera del mismo, a consecuencia de la bacteria.
El abogado añadió que algunas de estas personas fueron dadas de altas por los médicos del hospital con conocimiento de que tenían la bacteria y enviadas a morir a sus comunidades para evadir responsabilidades y poniendo en riesgo las vidas de otras personas.
'Primero dijeron que eran diez, luego 32, pero yo tengo 54 personas más. Aquí hay un número indeterminado de personas perdiendo la vida. Está habiendo un genocidio, ya que hay personas que siguen muriendo', aseguró Rivera, al recalcar que pudieron haber fallecido sobre 100 personas.
El informe del CDC concluyó que la peligrosa bacteria Acinetobacter Baumanni se propagó porque no se siguieron protocolos de higiene y limpieza. 'Nos sostenemos hospital de Carolina siguen muriendo personas y afectando la integridad de comunidades pobres que no tienen otro recurso más que usar los servicios hospital pero no han sido honestos ni valientes de informar al pueblo la realidad de lo que allí ocurre', afirmó Rivera.
Rivera Ortiz contó que 'todos los días llegan una o dos personas a mi oficina. Empecé con un caso y ahora, cuando llegue a cien, esto es un genocidio. No hay otra cosa'.
Rivera insistió que todos los días mueren gente en el hospital pero aseguró tener evidencia de que sus 54 pacientes murieron a causa de la bacteria. 'Yo no sé de donde salen los 32 de ellos', acotó el licenciado.
El injunction pide que se celebre una vista para que la agencia explique si la bacteria ya no existe, y que asegure que ya no hay más riesgo para los pacientes. Aunque el informe del CDC dice que el cierre del hospital no es necesario porque la bacteria se puede controlar, el injunction alega que en el hospital no hay controles de infecciones, higiene e imperan condiciones infrahumanas, y que cerrarlo es un asunto de interés público.
Además, el documento alega que el derecho a la salud es uno universal, que incluye el derecho a acceso a facilidades sanitarias, accesibles y de calidad satisfactoria.
'No hay más alternativa que pedir el cierre del hospital de la UPR de Carolina hasta que haya garantías de que no esté muriendo gente a consecuencia de la bacteria. Han engañado al pueblo de Puerto Rico. (El ex secretario de Salud Johnny) Rullán (quien encabezó un equipo de vigiliancia epidemiológica en el hospital) tiene que garantizar que no hay bacterias'.
Johnny Rullán, quien fuera secretario de salud, encabezó un equipo de epidemiólogos que impuso medidas estrictas de sanidad entre los empleados del hospital, y aseguró durante una conferencia a principios de mes que la situación estaba bajo control.
No obstante, Rivera asegura que le corresponde al hospital demostrar que no hay personas muriendo a causa de la bacteria. 'Esto ha sido el engaño contra una comunidad indefensa', dijo.
Una de las víctimas fue una mujer que perdió a sus cuatro hermanos desde enero luego de haber ido al hospital.
Jaimy Cruz, la sobrina, dijo que uno fue con asma y salió del hospital con la bacteria y falleció poco después. Otro fue debido a una herida. 'Ellos estaban bien pero se pusieron peor,' reveló Cruz.
Otra de las víctimas fue una mujer que llegó al hospital por una herida en un dedo, y contrajo la bacteria. 'Me aislaron…Se me puso la pierna negra y me la tuvieron que amputar', relatóIvette Cruz.
Por otro lado, una mujer dijo que llevó a su esposo, Herminio Castro, por un catarro fuerte perdió la vida al contraer la bacteria. Según la esposa, su cónyuge de 75 años era fuerte y trabajaba. 'Le dijeron que tenía pulmonía con bronquitis. Lo dejaron de un día para otro para tratar su condición. Lo enviaron al quinto piso, y ese cuarto estaba en bien malas condiciones y el aire botando agua. Yo pedí que lo sacaran. De ahí fue que cogió la bacteria. Lo aislaron completamente. Lo dieron de alta a los dos días para enviarlo a morir a la casa. Otros médicos lo diagnosticaron con la bacteria y falleció', contó Rosa Santiago.
De hecho, Santiago dice que el certificado de defunción de su marido atribuye la muerte a la bacteria.