Sobre el asunto de los mensajes políticos en el púlpito, la controversia que más sobresalió fue la designación del Altar de la Patria. No obstante, la Santa Sede encontró un punto medio para ambas partes al solicitar una consistente catequesis sobre el significado del altar.

En cuanto a la acusación más grave, sobre la protección de curas pedófilos, el Arzobispo aseguró en mayo que 'el visitador apostólico no encontró que yo hubiese protegido a sacerdotes pedófilos. Y además hay un informe de la congregación …de que he tratado estos casos con el debido protocolo, y siempre he informado …he informado cuando me ha tocado informar.'

Ahora es posible que el Monseñor González respire un poco más de 'una paz profunda'.