Buscan alternativas para resolver situación de asbestos en UPR Río Piedras
'Todas las clases de Generales están suspendidas hasta el lunes que viene', era el recibimiento que el profesor de Ciencias Biológicas Ángel Oliveras le daba a un grupo de estudiantes que pretendía iniciar su semestre en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Aunque el edificio clausurado el jueves de la semana pasada por la Junta de Calidad Ambiental (JCA) a causa de partículas de asbestos es el Domingo Marrero Navaro, las clases en el nuevo Anexo Jaime Benítez Rexach también fueron canceladas por cuestión de logística.
Ethel Ríos Orlandi, rectora del Recinto, indicó que el hallazgo de asbestos ocurrió durante tareas de remodelación durante el verano, más fue hasta el 7 de agosto que la Oficina de Planificación y Desarrollo Físico (OPDF) se percató y le notificó a la Junta de Calidad Ambiental.
El área donde se encontró el mineral es una de 20 pies en el segundo piso del edificio.
Según la rectora, el incidente fue una falla en el protocolo que debe tomar la OPDF antes de construir y añadió que a raíz de esto se trabaja en un inventario de asbestos para el campus entero.
'Parte del techo de un salón se removió y el material cayó al piso', explicó sobre lo ocurrido el ingeniero consultor de la UPR, Samuel Quiñones.
El ingeniero aclaró que todo edificio construído en la década de los 80 contiene asbestos encapsulado, cuyos niveles son menos nocivos que el cigarrillo.
'Las dos pruebas que se le hicieron al material arrojaron níveles de asbestos por debajo de los permisibles', comentó Quiñones.
Los titulares, sin embargo, señalaron que los 21 empleados que trabajaron en la construcción fueron referidos al Fondo del Seguro del Estados como medida preventiva.
Hoy en la mañana la Rectora dijo haberse reunido con la directiva de la JCA para pedir una 'reconsideración y poder abrir el edificio y trabajar por fases'. Mientras, aseguró se están haciendo los arreglos para reubicar las 562 secciones que se ofrecían en el edificio para el próximo sábado, en el caso de las clases sabatinas, y para el lunes 19 de agosto, para el resto. En última instancia se alquilarán vagones para acomodar a los más de 6 mil estudiantes afectados.
Entretanto, el ambiente universitario era tranquilo y los estudiantes se pasaban unos a otros un papel que circulaba con las clases canceladas.
Pero la frustración no era novedad para estudiantes como Marilyan Díaz quien desde el semestre pasado dice haber tomado clase en el edificio que 'apestaba y se inundaba cuando llovía'.
'Vengo desde Hatillo a coger cuatro clases de Generales, siento que esto será un atraso. Es también un desprestigio para la Universidad', opinó la joven.
La problemática por el alza en la matrícula continúa
Por otro lado, la Unión de Juventudes Socialistas (UJS) comenzó el semestre denunciando que el estudiantado de la Universidad de Puerto Rico se ha ido reduciendo a causa del alza anual de 4% en la matrícula..
El portavoz de la UJS, Daniel Quiñones, recordó a la administración de la Institución su deber de revisar la Certificación 60, aprobada bajo la rectoría de Antonio García Padilla, en la cual se establece que durante este año se evaluará si el aumento paulatino sigue siendo necesario.
'Quienes tiene las puertas cerradas para entrar a la Universidad son los hijos de la clase trabajadora, que es a su vez la que financia la Universidad con el pago de impuestos', declaró Quiñones.
El líder mencionó que los recaudos de matricula sólo representan el 5% del presupuesto de la Universidad por lo que no son realmente significativos.
'Lo que proponemos es que se haga un estudio social para identificar qué sectores se están quedando rezagados de la Universidad y que se evalúe una matricula ajustada al ingreso'.
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