Acaba injusticia de casi siete meses para madre y sus dos hijos
Desde el 10 de agosto de 2012 Sully Rivera esperaba por una explicación sobre la muerte de su hijo de tres años que había encontrado sin vida en su cama. La explicación era necesaria para que sus otros dos retoños, que le habían sido removidos el mismo día por el Departamento de la Familia, les fueran devueltos y pudieran vivir con ella en su hogar en Trujillo Alto.
La agencia requería del informe de autopsia del pequeño fallecido para poder restituir a los otros dos menores en su hogar. A siete meses del incidente, Rivera estaba ya desesperada, pero la espera que catalogó como 'injustamente larga' en una entrevista publicada por NotiCel el pasado 22 de febrero, llegó ayer a su fin.
El informe de autopsia emitido por el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) reveló que el corazón del niño era más grande de lo normal para su edad, por lo que sufrió un ataque cardíaco.
Al corroborarse que la causa de muerte fue natural, Rivera se reunió ayer con su hija de ocho años y con su bebé de dos años. Casualmente, ayer hubiese sido el cuarto cumpleaños del niño que murió.
'Él me regaló a mí poder volver a tener de nuevo conmigo a sus hermanitos', celebró la madre, quien había expresado anteriormente lo difícil de completar su proceso de duelo sin la compañía de sus otros hijos.
Aunque la historia tuvo un final feliz, Rivera describió la espera como 'dolorosa'.
'Si me preguntas, doloroso es la palabra que puedo utilizar. Fue bien fuerte sentirme que dudaban de mi capacidad como madre y tener que esperar tanto'.
Así las cosas, Rivera está lista para cerrar este capítulo de su vida que contó con el apoyo de cientos de personas que se unieron a su reclamo a través de las redes sociales y a continuar adelante con sus dos hijos en casa.
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