El sexo casual homosexual ocupa su espacio, aún bajo acoso policial
La Policía ha puesto bajo su radar cada vez más los lugares en que hombres, usualmente mayores de 35 años, buscan encuentros sexuales casuales anónimos, y lo hacen, según la comunidad gay, para abusarlos y humillarlos, y no porque esten cometiendo delitos.
El fenómeno del cruising o lugares donde los hombres acuden para conocer otros hombres para tener sexo al aire libre y voluntariamente, no es algo nuevo en la Isla. De hecho, el activista de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT), Luis Omar García, dijo a NotiCel que se viene desarrollando desde hace años.
Aunque en la Isla existían establecimientos como Steamworks, donde los hombres acudían a establecer relaciones fugaces; el tabú y las presiones sociales lo han llevado a cerrar sus puertas. En este lugar el Departamento de Salud tenía un programa de prevención de contagio de enfermedades sexuales.
Al momento esta población es obligada a llevar sus prácticas en el clandestinaje, a merced de la criminalidad y los atropellos por parte de las autoridades.
García explica que actualmente alrededor del país hay varios lugares para hacer cruising de forma clandestina, por ejemplo, en Bajamar, también conocido como 'El Paseo de los Enamorados en el Viejo San Juan; en la playa de Ocean Park en Condado; y hasta en el área de Descanso del Monumento al Jíbaro en Cayey.
De acuerdo a García, 'el fenómeno del cruising se da con hombres que están en el clóset, que en su mayoría son hombres identificados como heterosexuales ante la sociedad y algunos están hasta casados, que buscan tener encuentros casuales y anónimos'. Añade que son personas en su mayoría tienen sobre 35 años de edad, y pertenecen a distintas clases sociales.
Esta precisamente es la razón por la que muchos de ellos prefieren callar al ser objetos de abusos policíacos o víctimas de algún delito.
La dinámica del cruising es que la persona llega allí para conocer a otro hombre, puede tener relaciones sexuales en ese lugar o ir a otro sitio, y en muchos de los casos no utilizan profilácticos.
García ha mostrado su preocupación que desde el 2010 la Policía, por medio de la División de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales de San Juan, ha intensificados redadas en los lugares donde se hace cruising, donde agentes encubiertos seducen a otros hombres, en algunos casos hasta tienen relaciones sexuales con ellos, y al final los arrestan y les formulan cargos de prostitución. Desde el 2010 hasta octubre del 2012 sobre 25 hombres han sido arrestados en Puerto Rico.
'Los arrestados son esposados y procesados. En algunos de los casos, si el arresto fue de noche, duermen en la celda del cuartel. Los agentes argumentan en la denuncia y más tarde en el tribunal, que estos hombres les ofrecieron un pago a cambio de sostener relaciones sexuales… Los arrestados en lugares de cruising o encuentro de hombres son víctimas de la homofobia que impera en la Policía de Puerto Rico', agregó.
A juicio de García, lo que aplicaría en estos casos son cargos por exposición deshonesta en vez de prostitución.
La situación se complica porque al momento de los arrestos muchas veces son expuestos al escrutinio público al ser revelados a la prensa sus nombres, edades, profesiones, entre otros detalles. Para García esta es una humillación pública que ha llevado hasta algunos a cometer suicidio.
El otro problema de los lugares clandestinos de cruising es que al ser sitios escondidos, solitarios y de poca iluminación, a veces estos hombres son víctimas de robos, carjacking y hasta agresiones. Pero, por el temor de que se revele su identidad, rara vez radican querellas en la Policía.
Una de las preocupaciones más palpables es que estos hombres, para evitar ser arrestados o ser víctimas de algún delito, recurren a pagar por favores sexuales. Esto abre otra Caja de Pandora, al considerar la posibilidad de exponerse a crímenes de odio como el de Jorge Steven López Mercado, asesinado en el 2009 y cuyo cuerpo fue encontrado parcialmente calcinado, desmembrado y decapitado, en Cayey.
Dentro de la comunidad LGBT hay opinión dividida sobre el cruising, pero García ha estado impulsando el que las víctimas de atropellos de las autoridades se comuniquen con Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Por lo pronto, García recomendó a los que acuden a estos lugares que no se alejen de su vehículo y tengan su llave accesible. Que lleven profilácticos. Y que tengan artículos para velar por su seguridad como gas pimienta o el taser.
De igual forma, les exhortó a ser precavidos, porque 'cualquier personas es potencialmente un agente encubierto'.
Y añadió que 'no haga cosas a la vista'.