Alerta, su papeleta puede quedar en manos de truqueros
Desde papeletas lanzadas misteriosamente en ríos, hasta gente poniendose puntas de lápices en las uñas, los trucos que funcionarios de colegio han intentado ejecutar como parte de fraudulentos procesos electorales a lo largo de la historia política de la Isla pueden llenar un libro.
Aunque en la memoria colectiva reciente de Puerto Rico aún permea el mancillado proceso de primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP) en Guaynabo, y sus fraudulentos cambios de direcciones a principios de este año, lo cierto es que las prácticas truqueras electorales llevan operando por décadas, a pesar de las diferentes enmiendas que se le han hecho a la ley electoral con el fin de supuestamente mejorar el nivel de confiabilidad del sistema de votación boricua.
'Allá para la década de los 90s, en la primera elección que ganó Pedro Rosselló en el 1992, recuerdo que nos adiestraban diciendo que estuviéramos pendientes a las uñas del funcionarios del PNP que se ponían puntas de lápices en las uñas para marcar X en papeletas y así favorecer a sus candidatos', comentó a NotiCel un ex presidente de colegio, quien pidió no ser identificado por su nombre, pero narró parte de su experiencia representando al Partido Popular Democrático (PPD) en la Escuela Braulio Dueño Colón de Bayamón.
Aunque la experiencia de este funcionario bayamonés se basa principalmente en lo sucedido en la década de los 1990s, su testimonio en torno a las marcas que funcionarios le hacían a papeletas durante el proceso de conteo, fue confirmado por otro ex presidente de colegio, quien desde la década de los 1950s y por varias elecciones subsiguientes, trabajó en representación del PNP en la comunidad de Hermanas Dávila y la Escuela Rafael Martínez Nadal en Bayamón.
'Recuerdo que en las elecciones de 1956 sobraron como 15 papeletas y yo les había dicho a los otros funcionarios que había que entregarlas. Ellos me dijeron que estaban en blanco y que había que llenarlas y así entonces los funcionarios de los tres partidos llenaron papeletas en blanco favoreciendo a sus respectivos candidatos', indicó este ex funcionario del PNP, quien es veterano de la guerra de Corea.
'Lo peor fue en el 1960 cuando me pidieron que llevara al pueblo (centro de Bayamón) los sacos con las papeletas de los tres partido contabilizadas. No pude creer que me hayan dado esa confianza porque muy bien yo pude haber botado las papeletas populares y de los independentistas si hubiese sido otra persona. Al final, sucedió lo que muchos temíamos y aparecieron como cinco sacos llenos de papeletas flotando en el Río Bayamón', explicó este ex funcionario del PNP, quien hoy día tiene 85 años.
Por su parte, el ex funcionario del PPD que fue aludido en un párrafo anterior, indicó que una de las precauciones que más se enfatiza en los talleres gira alrededor de la necesidad de nunca dejar a funcionarios de otros partidos solos con las papeletas.
'Nos decían, si vas al baño, asegúrate de dejar a alguien de tu partido velando papeletas porque los otros podían botarlas o cambiarlas. En el colegio donde yo estaba se nos decía a los populares que nos hiciéramos amigos de los funcionarios del PIP (Partido Independentista Puertorriqueño) para velarnos las espaldas y evitar que los del PNP hicieran trampa', añadió el ex funcionario, quien ciertamente prestó su testimonio desde la perspectiva de alguien que milita con el PPD.
Tanto el hombre entrevistado que se identificó como popular, como el caballero que estuvo varias décadas fungiendo como funcionario de un colegio electoral bayamonés en representación del PNP, coincidieron en que las posibilidades de fraude son mayores hoy día.
'Hoy día tienes equipo tecnológico que puede ser manipulado más fácilmente como sucedió con las computadoras de las Juntas de Inscripción Permanente en Guaynabo. También tienes el caso de los encamados, que no sabes quién recibirá esas papeletas ni quién las va a contabilizar luego. Es un gran signo de interrogación', expresó el militante del PPD.
Además, el factor dinero fue igualmente identificado como un motor con poder para manipular el voto, más allá de los controles que caen dentro de las acciones ejercidas por los funcionarios de colegio.
'La gran diferencia en comparación con años anteriores es la gran cantidad de dinero que tienen los partidos. Antes, les decían a los funcionarios que le dieran entre $10 y $12 a los de la oposición para que no votaran. Hoy tenemos a los dos partidos de mayoría que son los que hacen el fraude porque los demás no tienen el recurso para el fraude. Ahora mismo el partido de poder y el PPD tienen la mayor cantidad de dinero para comprar votos. Regalan neveras, casas buscando el voto. Eso siempre ha existido, pero hoy se ve más', puntualizó el ex presidente de colegio del PNP.
En las elecciones de este martes 6 de noviembre, algunos colegios electorales podrían tener funcionarios de hasta seis partidos políticos. Este posible escenario contrasta con los testimonios narrados por las dos personas entrevistadas por NotiCel, quienes experimentaron un panorama político dominado exclusivamente por el PNP, PPD y el PIP.