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Los tropiezos del impuesto 'verde' de Santini

Un impuesto tan improvisado que su implantación es bastante dudosa y hasta el monto que el Municipio de San Juan cobra parece variar según el ánimo de los oficiales de la Oficina de Permisos. Así marcha el Programa de Transferencias de Derechos de Desarrollo (TDD) municipal, que obligó a Daniel Rosario Fernández pagar en febrero pasado $1,000 dólares por el permiso de construir una casa en el barrio Quebrada Arenas.

Las deficiencias administrativas del Municipio han causado errores insalvables. Es imposible en cualquier plan de TDD que alguien le cobre derechos de desarrollo a Rosario: su finca 143-047-622-48-000 es una de las 648 remitentes de derechos de desarrollo que tiene este plan de conservación de tierras. Es decir, una de las que no paga, sino que vende esos derechos porque se tiene que conservar 'a perpetuidad'. A través de la intervención ilegítima del Municipio de San Juan, a Rosario lo pusieron a comprarse los derechos a sí mismo. Además, la Alcaldía no le podía dar el permiso de construcción a unos terrenos que tenían que protegerse.

Las contradicciones del Programa de TDD no pueden ser más claras. Se permite que en un terreno remitente de derechos de desarrollo, que se tenía que conservar, se construya una casa? 'No, se supone que la protección es a perpetuidad', dijo Bijan Ashrafi, director de la Oficina de Planificación y Ordenación Territorial del Municipio de San Juan, antes de que se le cuestionara cómo esta misma finca remitente de derechos de Quebrada Arenas se convirtió en una receptora de derechos de desarrollo. Entonces Ashrafi pasó el balón a Luis Martínez Pueyo, director de la Oficina de Permisos del Municipio. Este echó a su vez la responsabilidad a un ingeniero que trabaja en esa oficina de la alcaldía, quien se supone que verificara que la construcción estuviera en cumplimiento.

Ante la pregunta de por qué el plan de San Juan se aparta del modelo que aprueba el Reglamento de las Nuevas Competencias de la Junta de Planificación, que es similar al que sigue la mayoría de las localidades con programas de TDD exitosos, como Maryland, New Jersey, Sídney, Tokio, Toronto, Vancouver, entre muchos otras, Ashrafi dijo: 'Ellos siguieron la ley, nosotros no. Nosotros no seguimos la ley'.

Con esas palabras, Ashrafi acepta que implanta el plan de manera arbitraria y sin supervisión. En la misma entrevista dijo que mantiene una opinión positiva sobre el Programa de TDD que él creó. 'Con mucha humildad, creo que es uno de los mejores planes que se han hecho en Puerto Rico y a nivel de todo Estados Unidos', dijo. 'Porque somos el único municipio que ha utilizado las transferencias de derechos que funcionan como un reloj suizo'.

La investigación del Centro de Periodismo Investigativo (CPI) demuestra que el Programa de TDD de San Juan corre por la libre. Nadie ha supervisado al Municipio y la Junta de Planificación (JP) no le exige a la Alcaldía que cumpla con el requisito de ley de notificarle sobre los usos de los derechos de desarrollo, aceptó María Gordillo, vicepresidenta de la JP.

En el plan del Municipio, cuando se agotaron en 2007 los derechos de desarrollo equivalentes a 6,411 unidades básicas de vivienda que originalmente tenía el plan, el Programa de TDD había funcionado sin un cuerpo legal que reglamentara su implantación. El Reglamento del Programa de Transferencias de Derechos de Desarrollo del Municipio Autónomo de San Juan entró en vigor finalmente en 2008, permitiendo al alcalde Santini imponer, según este documento, 'una contribución a todo desarrollador para compartir las cargas y beneficios' de construir en la ciudad. Así el Municipio convirtió el Programa de TDD en un impuesto de facto a todo el que construyera, independientemente de si los constructores iban a sobrepasar o no el máximo de pisos que le permite construir su zonificación.

El planificador Rick Pruetz, una de las autoridades mundiales sobre el tema, de la firma de consultoría Planning <><><><><><><><><>& Implementation Strategies, con sede en Los Ángeles, dijo en entrevista telefónica que el plan de San Juan le parece extraño. 'A mí me suena que la ciudad está usando mal el término de derechos de desarrollo', interpretó el autor del libro The TDR Handbook, sobre las maneras de diseñar e implantar esta herramienta de planificación y de conservación./p

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'El TDD es algo voluntario y no un impuesto. Me suena a que esto es una especie de cobro por mitigación y, si es así, el Municipio tiene que haber hecho un estudio para determinar que la gente esté pagando un dinero proporcional a su huella en el ambiente', añadió./p

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'Si no es un impuesto y se trata de un programa atípico de transferencias de derechos de desarrollo, no quiere decir que esté del todo mal', matizó el experto. 'Hay programas que hacen un banco especial de fondos por cobro de derechos de desarrollo para luego ir a conservar las tierras de valor ecológico. Pero si el Municipio está diciendo que cobra por TDD, tiene que usar el dinero para la protección del ambiente'./p

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Para más de esta historia, vea el a href='http://www.cpipr.org/historias/48-actualidad-en-portada/382-los-tropiezos-del-impuesto-verde-de-santini.html'Centro de Periodismo Investigativo/a./p

(Centro de Periodismo Investigativo)
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