Desprotegidos los maestros ante agresiones de directores
Ana, una maestra de nivel intermedio de Salinas, sufre de crisis nerviosas cada vez que ve a quien fuera director de la escuela donde trabajaba. Por años, sufrió de acoso laboral, hostigamiento sexual y descuentos ilegales de salario. La situación de estres y daño emocional llegó al nivel de que Ana (pseudónimo para proteger su identidad) necesitó de una orden de protección para poder trasladarse de escuela. Ha requerido ayuda psiquiátrica desde 2009, ha sido hospitalizada en instituciones de salud mental en tres ocasiones y la última vez que vio al hombre que era su jefe, casualmente en un centro comercial, comenzó a llorar desenfrenadamente e intentó suicidarse ahorcándose con un cable de telefono.
El caso de Ana es uno de tantos de los que NotiCel tiene conocimiento sobre maestros y trabajadores de la educación que han requerido de ayuda psiquiátrica por acoso laboral. El apoyo en salud mental, ya sea privado o a través del Fondo del Seguro del Estado es lo más que muchos de estos empleados pueden obtener. Según coincidieron varios entrevistados, el protocolo establecido por el Departamento de Educación (DE) para manejar las situaciones de denuncia contra directores, en la mayoría de los casos, no sirve.
Ana, por ejemplo, ha sometido querellas ante la División Legal del DE desde 2008, cuando el secretario era Rafael Aragunde. Le consta que tres de sus compañeros de trabajo, de los cuales dos han tenido que renunciar, también las han presentado.
'En ningún momento me han notificado del proceso. No hay proceso para defender al maestro, hay proceso para defender al director, porque no han hecho absolutamente nada contra él', relató la mujer, quien dijo sentirse desprotegida.
Charlotte Levine, una facilitadora de Educación Especial, también ha sufrido de acoso desde 2010 por parte de la directora de su escuela. 'Ella es una señora bien violenta. Agrede a la gente físicamente, verbalmente. Les grita a padres, estudiantes, los insulta, los menosprecia, los ofende, los incita a usar drogas…' Levine contó que en marzo de 2012 presentó la primera querella, pero eso no evitó que el día antes del inicio de clases el pasado agosto, la directora la emprendiera a puños contra ella.
'Entré a la oficina con una mamá y frente a ella, la directora empezó a gritarme y a dirigirse a mí como ‘mujercita, mujercita'. Caminó hasta donde estaba, cogió un cartapacio y me lo estrujó en la cara. Yo perdí el balance y caí encima de un escritorio. Cuando me viro para irme a un salón, me empezó a dar por la espalda para sacarme de la oficina gritándome ‘vete de aquí que yo no te soporto, cállate estúpida'. La facilitadora sometió otra querella y entonces el DE envió una investigadora, 'pero lo que están haciendo es protegiendo a la agresora', pues está siendo presionada para que sea ella quien se traslade a una escuela que le queda mucho más lejos de su casa.
La Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (ÚNETE) ha denunciado situaciones de acoso por parte de directores en las escuelas Secundaria Amalia Marín (Río Piedras), Petra Zenón de Fabery (Trujillo Alto), Juan Lino Santiago (Aguada), Carmen Gómez Tejera (Río Piedras), Inés María Mendoza (Caimito), Pedro Carlos Timothée (Río Piedras), Playa (Santa Isabel), y la intermedia Coquí (Salinas).
Para defenderse, los maestros deben someter querellas ante la División Legal del Departamento, que ya tiene bajo su consideración sobre un centenar de empleados de educación que denuncian situaciones de hostigamiento en las escuelas. División Legal, se supone, debe enviar un investigador a la escuela, pero este proceso tarda meses y hasta años, y los trabajadores no son notificados del resultado, que en muchas ocasiones no remedia la situación, protege al agresor o va en contra de las víctimas.
El secretario Edward Moreno indicó que él toma decisiones sobre las querellas una vez han sido investigadas, pero indicó que 'hay muchas situaciones que ocurren en las escuelas que no necesariamente son de acoso'.
Secretario del Departamento deEducación, EdwardMoreno
NotiCel le presentó a Moreno el caso de maestros de la Escuela Amalia Marín, que han presentado cerca de 30 querellas por irregularidades en la organización escolar, incumplimiento de los procesos para que los maestros reciban el salario que les toca, agresión y acoso laboral.
'La información que yo tengo es que unos maestros hablan que eso no ocurrió y otros que sí. La facultad está dividida con relación a lo que se menciona allí de la directora. Cuando ellos presentan los testigos, la directora presenta otros testigos que dicen que eso no pasó', explicó Moreno sobre la dificultad de investigar cuando hay dos versiones contrarias sobre lo sucedido.
El titular de Educación respondió a la lentitud con la que se manejan algunas querellas al decir que el discrimen y el hostigamiento sexual se atiende inmediatamente para proteger a la supuesta víctima. 'Pero en estos casos de acoso hay que ver la línea finita de lo que es acoso'. Moreno adujo haber sancionado y hasta destituido directores por este tipo de comportamiento, pero que igualmente ha visto resultados en los que no hay causa para acción contra el director.
La realidad es que el Departamento de Educación carece de una política pública contra el acoso laboral o 'mobbing', también conocido como terrorismo psicológico en el trabajo. No fue hasta 2011 que se incluyó el 'bullying' o acoso escolar como una falta en el Reglamento General de Estudiantes.
De acuerdo con la vicepresidenta de UNETE, Hirazema Díaz, la falta de atención al acoso laboral en las escuelas provoca un ausentismo marcado entre la facultad que repercute en el aprovechamiento académico de los estudiantes. Las recomendaciones de la organización magisterial para protegerse en estos casos es que el perjudicado escriba cada incidente de acoso que sufra, incluyendo fecha, hora y testigos; que someta querella en la División Legal del DE y que conteste todas las cartas que reciba.