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Maestros de la 'Asociación' se comen vivo a Fortuño

?Por qué un legislador gana más que un maestro con mayor preparación académica??

Con esa pregunta, un maestro del sistema público de educación de Puerto Rico se dirigió al gobernador, Luis Fortuño, y provocó un cambio de dinámica en un foro celebrado hoy por la Asociación de Maestros de Puerto Rico en el Hotel Caribe Hilton de San Juan, y que contó con la participación de los seis candidatos que aspiran a dirigir los destinos del país desde La Fortaleza.

El primer ejecutivo miró al educador como quien deseaba salir del lugar y no tener que darle la cara a una clase magisterial que no puede entender por qué su salario base es de $1,700 mensual, mientras lo devengado por un legislador o su asesor sin casi preparación académica, puede hasta triplicar sus 'habichuelas' como obrero del aula.

Fortuño tragó hondo y procedió a defender su gestión al comparar el estado de situación actual del sistema de educación pública de la isla con el de los estados federados de la nación a la cual aspira a integrarse políticamente, los Estados Unidos de América.

Dijo que su administración desde el poder ejecutivo ha sido responsable, y aún dentro de la crisis, ha mantenido una disciplina fiscal que le ha permitido al Departamento de Educación local salvar empleos de maestros y maestras, a diferencia de la 'mayoría de los estados' de la Unión.

'Si usted tiene un dólar, y gasta $1.44 por cada dólar que tiene, qué pasa a fin de mes. Hoy por cada dólar que tiene el gobierno, se gasta un $1.03. Ustedes son la profesión más importante que tiene Puerto Rico. Yo digo las cosas como son', explicó Fortuño frente a la evidentemente incómoda masa de pedagogos.

La ansiedad era tanta que el público presente pareció no comprar el argumento anterior presentado por el inquilino de la Calle Fortaleza en el Viejo San Juan. Fortuño se molestó con el murmullo de educadores y quiso asumir el rol de niñero dentro de un salón de clases, al regañar al grupo magisterial que se dio cita en el hotel capitalino.

'Es hora que a los seis se le dé el respeto que se merecen', exclamó un molesto Fortuño, mientras pedía igual trato que los otros cinco candidatos a la gobernación que también fueron invitados a deponer durante el evento.

'Este no es momento de quincalla. La meta de todos nosotros es que el maestro esté pago responsablemente. Estamos en una crisis que ha llevado a cerrar escuelas en los estados más grandes de la nación (Estados Unidos para Fortuño). Aquí no hemos llegado a eso porque estamos haciendo las cosas responsablemente', arguyó el primer mandatario isleño.

Un público que estaba mayormente compuesto por mujeres, mostró poca efusividad con las palabras de Fortuño. Tal vez aguardaban por lo que el cierre les traería.

Tras escuchar al candidato del Movimiento Unión Soberanista, Enrique Vázquez Quintana, y al aspirante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau Ramírez, el escenario y las huestes magisteriales se pusieron de pie para una clausura que ya había sido anunciada como crónica y se daba por sentada.

Como si hubiese sido sacado de un libreto preparado por un grupo sindical con trayectoria de simpatía y colaboración con secretarios de Educación nombrados por el Partido Popular Democrático (PPD), las energías, aplausos, sonrisas y hasta la mayor porción del tiempo se volcó en favor del candidato popular a la gobernación y actual senador, Alejandro García Padilla.

Y sí, Alejandro mostró un carisma pocas veces proyectado en sus apariciones públicas. Quizás tantas sonrisas y semblantes risueños de la sala le brindaron una mayor dosis de confianza.

'Como (potencial) gobernador de Puerto Rico, los convoco a que nos reunamos todas las partes interesadas, los gremios, los grupos cívicos, las universidades, fuera de líneas partidistas, que nos convoquemos como país y diseñemos un modelo educativo que sea duradero más allá de los ciclos políticos', gritó García Padilla ante la ovación de cientos de maestras y maestros.

'Como es posible que a un maestro que gana un salario base de miseria de $1,700 se le pida que compre los materiales del salón?', cuestionó, antes de ser interrumpido por mayores vítores de su fanaticada.

El también presidente del PPD prometió que, de salir electo, reduciría el número de estudiantes a 22 por salón de clases. Aseguró, además, que aumentaría el salario de la clase magisterial, y que estas compensaciones podrían crecer en el caso de aquellos educadores que logren mayor aprovechamiento y superación entre sus estudiantes.

Mientras Alejandro continuaba ganando adeptos entre un sector obrero evidentemente inconforme con sus actuales condiciones de trabajo, el puntillazo final parecía estarse cuajando.

Algunas frases célebres se aproximaban. Alejandro sabía que era imperativo terminar su participación con fuerza, si es que deseaba convencer a un grupo de puertorriqueñas y puertorriqueños que reconocen que tanto el PPD como el Partido Nuevo Progresista de Fortuño han contribuido al descalabro de la educación pública boricua.

Los aplausos continuaron hasta que el cierre llegó.

'Cada generación tiene el deber de transformar las aspiraciones de su época en la realidad de la próxima generación. Eso empieza a cambiarse en el salón de clases. Es en el salón de clases donde se pasa el batón de una generación a otra. Cada vez que veamos a un joven esposado, sepan que representa un fracaso del sistema. Cuando había que atraparlo para el bien, era cuando era un niño para ir al salón de clases', concluyó García Padilla, ante la ovación de pie de quienes, juzgando por su reacción, parecen ya haber comprometido su voto con el líder la Pava.

Luis Fortuño. (NotiCel/Archivo)
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