Comunidad dominicana: 'y si Francheska fuera puertorriqueña?'
La decisión de una jueza del Tribunal Superior de San Juan en el caso de la joven Francheska Duarte Jiménez, quien perdió sus piernas tras ser atropellada por su novio el pasado diciembre, pudo haber estado influenciada por el discrimen y la xenoofobia, según consideró la directora ejecutiva del Centro de la Mujer Dominicana, Romelinda Grullón.
'Esta decisión ha sido nefasta, estamos demasiado indignados', manifestó en torno al fallo de la jueza Nerisvel Durán de haber hallado al agresor Jorge Ramos Rodríguez culpable sólo de un delito menos grave de negligencia bajo la Ley de Tránsito, mas no por los de agresión agravada que pesaban en su contra. Se basó en que a su juicio el Ministerio Público no pudo probar que el hombre de 22 años tuvo intención de causarle daño con su vehículo al atropellarla y pillarle sus piernas contra otro vehículo.
'Yo espero que no haya habido xenofobia, pero no me puedo imaginar que en el caso de una mujer puertorriqueña la decisión hubiese sido la misma', sostuvo Grullón, en referencia a Francheska, quien nació en República Dominicana y luego inmigró a Puerto Rico junto con su familia.
Este fallo, señaló, representa un retroceso principalmente en el estado anímico de la joven madre de una bebé de 10 meses, pues desde que se conoció la decisión, esta ha perdido todo interés en salir de su cuarto, se la pasa llorando todo el día y no quiere comer ni hablar con nadie.
Por otra parte, parece ser también un atraso en la lucha contra la violencia de género, sobre todo en los casos de mujeres inmigrantes. De acuerdo con Grullón, ha costado muchísimo trabajo de parte de organizaciones comunitarias llevar el mensaje de que las mujeres pueden y deben denunciar a sus agresores. En el caso de las dominicanas, muchas que aún no tienen residencia en Puerto Rico, temen que no se les vaya a proteger.
'Si no tienen fe en el sistema, no van a hablar y queremos que hablen. Esto atrasa la agenda de estas mujeres porque son inmigrantes y desconfían del sistema', apuntó Grullón, quien desde el Centro de la Mujer Dominicana ha visto muchísimos casos de víctimas de violencia atroz. 'Cada caso tiene sus particularidades. El caso de Francheska es uno de esos, que ha tenido notoriedad, pero hay otros que no han salido a la luz porque se trata de inmigrantes. He visto mujeres que las han dejado por muertas de tantos golpes que les dieron, mujeres que les han cortado la lengua o que las han amenazado de muerte y han tenido que salir corriendo con los hijos'.
La exhortación sigue siendo la búsqueda de ayuda. El Centro de la Mujer Dominicana ofrece apoyo a inmigrantes que sufren de violencia doméstica. Quien necesite, puede llamar al 787-772-9251.