Cuando se divorciaron, la custodia de sus hijos fue otorgada automáticamente a la madre. A ellos se les impuso una pensión alimentaria, que puede ser revisada cada vez que su expareja quiera y a ellos les toca pagar los honorarios de los abogados suyos y de la otra parte. Se trata de padres que aseguran son atropellados, humillados y pisoteados en los tribunales de este país, siendo obligados a pagar un dinero que no creen sea utilizado para las necesidades de los menores, sino para asuntos de la madre custodia, y que los deja con muy poco para subsistir.

Son la parte de la historia que pocas veces se cuenta, pero que se repite en decenas de miles de casos. Los padres alimentantes, y sus parejas, esperan porque se implemente la más reciente revisión las guías de pensiones alimentarias, que debieron estar listas en el 2010. Se entiende que el nuevo reglamento atemperaría las tablas a la realidad económica actual, permitiendo un mejor cumplimiento con los pagos.

Jacinto Rivera es uno que paga 1,849 por sus dos hijos, una adolescente de 14 años y un joven de 16. El dinero que le sobra de su cheque apenas le da para pagar un apartamento tipo estudio. Sin embargo, a pesar de que la madre tiene la custodia, los menores pasan la mayoría del tiempo en su residencia. Podría obtener la custodia?

'Ellos quieren irse a vivir conmigo porque están pasando una serie de situaciones con la mamá, pero necesito tener una casa y estoy haciendo las gestiones, pero con lo que me sobra, no puedo, entonces no puedo tenerlos conmigo', comenta sobre la encerrona en la que se encuentra.

A esta situación se le suma 'que la mamá se inventa que yo la estoy hostigando o que llegué a su casa a destruirle la propiedad. Lo que es falso y el tribunal no le creyeron, pero como para curarse en salud le dieron la orden de protección. Eso significó que en Navidades casi no pude compartir con mis hijos porque no me podía acercar a la casa porque ella me iba a llamar a la Policía', cuenta el padre indignado que asegura los menores han pasado hambre con su madre, pero que el Departamento de Familia ni los tribunales han investigado ninguna de sus alegaciones.

'Yo estoy de acuerdo con que mis hijos tienen que comer y tienen derecho a tener sus cosas buena, pero creo justo que papá tiene que poder mantenerse para poder mantenerlos y que tenga un sitio digno para que ellos se sientan cómodos cuando estén con uno', añade.

Rivera, a quien el reembolso por los gastos de uso de carro y gasolina de su trabajo le fue contabilizado como parte de su ingreso, cree que se deben investigar las alegaciones que haga la parte custodia, pues en su caso, nota que el dinero no se usa para las cosas de sus hijos.

Igualmente, el policía José Galarza, padre de una menor de años, paga $915 mensualmente, 'pero eso no se refleja en la niña'.

'No está al día con la ropa, en los medicamentos… Es incómodo pasar una pensión y ver que a veces viene con vestimenta que no le sirve, el cabello maltratado y yo pregunto, dónde está el dinero?', sostiene.

A eso se le suma que por lo poco que le sobra de su cheque tras pagar la pensión, en el tiempo que tiene para compartir con la niña no puede llevarla a paseos como ir al cine o comprarle al menos una muda de ropa.

'En los tribunales ellos lo que ven es el numerito grande y entienden que eso es lo que uno se echa al bolsillo.

María Rodríguez, por su parte, es compañera de un padre alimentante y asegura que lo que juntos han vivido ha sido 'horrible', pues cada vez que la madre de los menores pide una revisión de pensión para sus hijos, una niña y un varón, a él le toca ir al tribunal, pagar los gastos de su abogado y el de ella, y en corte, muy poco puede decir sobre sus circunstancias de vida.

'Es que la realidad es que las mujeres saben que el tribunal está de su parte y que todo se lo creen. Ella dijo que aquí ellos dormían en el mismo cuarto, que no es cierto, cada uno tiene su cuarto, pero a la semana, había una trabajadora social en mi casa verificando', explicó Rodríguez. Su molestia es porque sabe que los menores viven la mayor parte del tiempo con su abuela materna, quien les provee de sus ingresos. La madre que se supone sea custodia, utiliza la pensión para sus gastos personales viviendo con otra pareja.

'Nosotros vamos al tribunal y presentamos que los menores no están viviendo con la madre y nos dicen que tenemos que presentar evidencia. Eso significa que hay que contratar un detective que por lo menos por una semana pueda evidenciarlo. Un detective cobra más de $60 por hora, obviamente no lo podemos pagar. El asunto es que a nosotros nos piden evidencia, pero cada cosa que ella dice en el tribunal se lo creen sin presentar ninguna prueba', comenta molesta.

Añade que la expareja de su esposo se ha inventado que él la ha amenazado y le ha puesto órdenes de protección. Incluso, dice, que este ha sido arrestado porque la Policía cree sus alegaciones.

'Aquí toda la ley está mal, todo el sistema necesita ser revisado porque sí, hay muchos padres irresponsables, pero a los que son responsables se les humilla. A los hombres en los tribunales se les trata como basura y es bien frustrante', sostiene.