Denuncian censura en Diálogo tras arresto estudiante
El arresto de la estudiante Charlene Jane González de Jesús por llevar a cabo un performance en la Universidad de Puerto Rico fue reseñado por casi todos los medios de comunicación del país. Pero el medio para el cual laboro hace casi un año, el periódico Diálogo, no publicó nada al respecto. Y no fue que nadie cubriese la noticia, la historia fue reseñada, pero el presidente de la Universidad de Puerto Rico, Miguel Muñoz, dio la orden de que el tema de Charlene y su arresto no se trataran de ninguna manera por Diálogo Digital.
Así me lo hizo saber Melba I. Guzmán Díaz, relacionista pública que fue nombrada como directora de Diálogo pero quien en la práctica funge como relacionista de la administración. En Diálogo, la directora Guzmán Díaz, quien no tiene ningún conocimiento sobre periodismo, sigue órdenes de presidencia y no cumple con su deber como directora de un medio de comunicación, el cual requiere de una ética distinta a los códigos que rigen las relaciones públicas. Pero a pesar de que sólo 'sigue órdenes', como ha expresado en varias ocasiones, Guzmán Díaz no está exenta de responsabilidad, pues es a través de ella y de su consentimiento que se está ejerciendo la censura y la intervención política de un medio de comunicación subvencionado en parte por fondos públicos y por los y las contribuyentes del país
Esa es la razón por la que la historia de Charlene no fue publicada en Diálogo y no porque su equipo de redacción esté desconectado de la realidad. Estuve en el cuartel de la policía estatal de Río Piedras hasta que Charlene salió de su entrevista con los agentes. Allí la entrevisté como también entrevisté a Lorna Castro, portavoz de prensa de la UPR y a las otras partes de la historia para que expusieran su versión. Pero no fue mi nota la que fue censurada, pues ni siquiera la Directora o el Presidente la leyeron, lo que fue censurado fue el tema, sin consideración del tratamiento que se le dio a la historia.
No es la primera vez que esto sucede en Diálogo, la historia de la censura que sufrió el compañero fotoperiodista Ricardo Alcaraz, quien lleva 25 años laborando en el medio y a quien no se le permitió publicar la foto del policía gritando a una estudiante en el campus de la UPR en Río Piedras, ya es conocida. Además, para la pasado edición impresa de Diálogo trabajé un reportaje sobre democracia y libertad prensa en Puerto Rico el cual fue 'editado' por la directora siguiendo órdenes de la administración para mantener la 'buena imagen' de la institución.
En ese reportaje fue eliminado el párrafo en el que hice mención sobre el hecho -demás conocido- de que el año pasado el presidente del senado Thomas Rivera Schatz sacó a la prensa del hemiciclo y no permitió su entrada durante unas vistas públicas. También fue eliminado el calce fotográfico que hacía alusión al mismo tema. En esa ocasión, como la semana pasada cuando me enteré de que la historia de Charlene no saldría, pedí una reunión con la directora para pedirle una explicación y la misma fue que se 'veía mal' hacer mención de la acción tomada por el presidente del senado, e igual que en la última reunión que tuvimos también expresó que sólo seguía órdenes.
La situación por la que atraviesa Diálogo no debe ser tolerada por su equipo de periodistas, por sus colaboradores y colaboradoras ni por la institución académica que le dio vida a este medio. De lo contrarió Diálogo se convertirá en vocero de la administración y perderá el sentido y la función para la cual fue concebido: dar una mirada alternativa a aquella que ofrecen los diarios y los medios comerciales sobre los acontecimientos sociales, artísticos y académicos y a la vez ser taller de estudiantes que prepara a periodistas proactivos, con pensamiento crítico y que no sólo siguen órdenes sino que proponen y participan activamente en la elaboración del medio.
Para los estándares tradicionales del periodismo, la historia del arresto Charlene ya habrá perdido su cualidad de novedad, ya no es noticia. Pero se publica a continuación como evidencia de que los y las periodistas de Diálogo cumplimos con nuestro deber y que son los intereses ideológicos y político partidistas que se han filtrado en este medio los que entorpecen nuestra labor.
Performance por la equidad de género *(La historia censurada)
Charlene González de Jesús, estudiante de drama, decidió hoy expresarse contra el machismo cuestionando las normas que regulan el sexo y circunscriben la diferencia de género. Para hacerlo empleó el arte del performance, acto que en esta ocasión consistió en caminar sin camisa, con los senos al descubierto, por el campus riopedrense de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Pero dos miembros de la guardia universitaria, dos varones, interceptaron a la estudiante mientras andaba por el recinto con su pecho destapado. Estos llamaron a dos guardias féminas para que intervinieran con ella, pues según explicó la propia estudiante varias personas se quejaron por que se sintieron ofendidas con su performance.
Las guardias de la Universidad ordenaron a Charlene que se cubriera sus senos y la amenazaron con llamar a la policía. La estudiante entonces utilizó su pelo como vestido, un pelo negro largo y ondulado que al sacarlo de su espalda y colocarlo sobre su pecho le llegaba hasta el costado.
La estudiante le explicó a la seguridad de la UPR que estaba llevando a cabo un performance, un acto artístico, pero de todas maneras le dijeron que la iban a llevar a la oficina de seguridad universitaria. Charlene aceptó y abordó el vehículo oficial de la UPR junto a las dos guardias, sólo identificadas con sus apellidos: Cuevas (supervisora) y Pagán. Pero en vez de ser llevada a la oficina de seguridad del Recinto la trasladaron directamente al cuartel de la policía estatal en Río Piedras.
Allí, luego de ser entrevistada por la policía, Charlene Jane salió a la parte exterior y no sólo explicó lo que sucedió sino que expresó verbalmente los cuestionamientos que quiso hacer con su performance.
'Mi arma de revolución es mi cuerpo', explicó Charlene y continuó, hablándole a periodistas que llegaron al cuartel para cubrir la historia:
'Preguntemos al tribunal supremo la diferencia de mis senos y los de un hombre, los míos tienen más grasa y sirven para amamantar, el pecho del varón es más plano'.
Con esa pregunta Charlene no sólo cuestionó el hecho de que un hombre pueda andar sin camisa y sea normal mientras que una mujer no pueda hacerlo de la misma manera, sino también que el pecho de la mujer sea objeto de deseo sexual y no así el de los hombres quienes suelen justificar actos de agresión sexual aludiendo a la 'provocación' que constituye para ellos ver una 'parte íntima' femenina.
En el cuartel el agente Maysonet explicó que la estudiante había sido detenida por 'ofensa a la moral pública'. Pero el oficial aparentemente confundió el título de la segunda sección del Código Penal 'De los delitos contra la moral pública' con el artículo 147 de la misma: 'exposiciones obscenas': 'Toda persona que exponga cualquier parte íntima de su cuerpo en cualquier sitio en que esté presente otra persona…'. No obstante, al tratarse de un performance, una pieza artística, la misma pudiera cobijarse bajo el derecho constitucional de libertad de expresión. Por este acto Charlene fue citada al cuartel para el 27 de abril.
Sobre por qué la guarida universitaria decidió llevarla directamente al cuartel y no resolver el asunto en la oficina de seguridad de la UPR, ni Cuevas y Pagán quisieron emitir comentarios y refirieron a la prensa a la Oficina de Prensa y Mercadeo de la UPR.
Lorna Castro, portavoz de prensa de la UPR, contestó a la llamada telefónica de periodistas que se encontraba en el cuartel pero al momento no pudo dar detalles, sólo explicó, contrario a lo que narró Charlene y otros testigos oculares, que la estudiantes había sido llevaba a la oficina de seguridad de la UPR antes de ser transportada al cuartel de la policía estatal.
En ese cuartel había un pequeño grupo de estudiantes que llegaron a darle apoyo a Charlene, pero la estudiante aseguró haber actuado de manera independiente. 'Como hormiga brava lo hice sola', y añadió que si estuviesen vivas las poetisas Julia de Burgos y Angelamaría Dávila hubiesen estado a su lado.
La estudiante afirmó también que en Puerto Rico hay machismo en el tribunal supremo, en la policía, en las organizaciones de izquierda y derecha y en todas las instituciones. Dijo además que le preguntaría a la rectora del Recinto, Ana Guadalupe, sobre qué piensa de tal asunto como fémina y terminó de contestar las preguntas de la prensa con otra interrogante: 'dónde está el balance de equidad de género?'.
*Tomado de 80 Grados.