Muere cardenal Aponte
El cardenal Luis Aponte Martínez, el primer y único sacerdote puertorriqueño en ser nombrado Cardenal por el Vaticano, murió a sus 89 años el martes a las 4:00 de la madrugada a consecuencia de un padecimiento cardíaco que lo mantuvo hospitalizado por más de cuatro semanas en el Hospital Auxilio Mutuo.
Un aguerrido conservador al interior de la Iglesia Católica, Aponte Martínez no obstante, estuvo involucrado en proyectos considerados innovadores para la Iglesia como institución, específicamente en la transmisión de la Misa Televisada, la edición del semanario católico El Visitante y la adquisición del Canal 13, el único canal de televisión católico en Puerto Rico. Todos estos proyectos se presentaron como mecanismos para adelantar la fe católica en la isla en momentos en que el protestantismo hacía significativos avances en la sociedad puertorriqueña y el Estado promovía políticas públicas que en contraposición a la moral católica.
Ordenado como sacerdote en 1950, Aponte Martínez se desempeñó desde temprano en su carrera eclesiástica en importantes posiciones bajo la dirección del entonces Obispo de Ponce, James E. McManus.
Es durante su servicio en Ponce bajo el Obispo McManus que se alega Aponte Martínez tuvo una participación activa en el diseño y fundación del Partido Acción Cristiana (PAC), un partido político promotor de los principios de la moral cristiana que compareció a las elecciones generales de 1960. Aunque liderado por laicos, el PAC estuvo claramente vinculado a la Iglesia Católica e influenciado por el Obispo de San Juan James P. Davis y McManus.
En ese entonces, la Iglesia Católica, y Aponte Martínez, se expresaban duramente en contra de los programas de control de natalidad y esterilización de mujeres promovidos por el gobierno durante la década de 1950.
'El concepto de la separación entre la Iglesia y el Estado puede reducirse al hecho de que el Estado no debe favorecer ninguna religión. Eso no significa que la religión no deba favorecer al Estado. La religión siempre ha favorecido al estado, lo ha ayudado', dijo Aponte Martínez en una entrevista en 1998.
'Esta discusión [sobre la separación de Iglesia y Estado] es una mera excusa para acallar a la Iglesia en unos asuntos en particular… Si hay un proyecto de ley y yo lo critico, yo no lo hago por ninguna otra razón más que señalar que afecta nuestra moral. Y como cuestión de hecho, yo he tenido mi cuota de encontronazos con todos los gobernadores', añadió entonces el Cardenal.
Sobre la efectividad que tuvo entonces la Iglesia Católica y las nuevas políticas del Estado que pudiera enfrentar hoy día, Aponte Martínez recalcó en 1998 que, tanto la Rama Ejecutiva como la Legislativa, 'constantemente tratan de aprobar legislación que obliga a la Iglesia a expresarse en contra de si misma'.
'Hoy en día tenemos los recursos que no teníamos antes… televisión, radio, la prensa escrita', dijo Aponte Martínez.
En 1962, el Papa Juan XXIII lo nombra Obispo Auxiliar de Ponce, convirtiéndose así en el primer puertorriqueño en ser ascendido al rango de obispo desde que en 1804 fuera nombrado Juan Alejo de Arizmendi como Obispo de Puerto Rico.
Continuando su meteórico ascenso, apenas un año después (1963), Aponte Martínez fue nombrado Obispo de Ponce, y en 1964 Arzobispo de San Juan.
En el consistorio del 5 marzo de 1973, El Papa Pablo VI nombró a Aponte Martínez Cardenal con el título de Presbítero de la Iglesia de Santa María de la Providencia en Monteverde.
Como Cardenal, Aponte Martínez participó de los cónclaves cardenalicios de 1978 que escogieron a los Papas Juan Pablo I y Juan Pablo II con apenas 33 días de diferencia. Aponte Martínez también participó en la preparación del cónclave de 2005, en el que fue electo Papa el Cardenal alemán Joseph Ratzinger, quien asumiría el nombre de Benedicto XVI. En ese entonces no participó como Cardenal votante porque era mayor de 80 años y la Constitución Apostólica de Juan Pablo II así lo prohibe.
Nacido en Lajas, en agosto de 1922, Aponte Martínez era uno de 18 hermanos de un familia de limitados recursos económicos. Desde niño mostró debió trabajar para ayudar a su familia a la vez que estudiaba.
'Yo me tenía que levantar a las cinco de la mañana y montarme en un caballo para ir a buscar la leche para mi familia. Y tenía que estar en la escuela a las ocho', recordaría el Cardenal ya en su vejez.
Aunque lajeño, Aponte Martínez estudió en la escuela superior de San Germán, 'porque me quedaba más cerca de mi casa'.
De sus años de la niñez Aponte Martínez recordaba cuando iba con su abuelo temprano en la mañana a la misa en el Hospital de la Concepción, en San Germán.
'Siempre nos encontrábamos con Arquelio Torres, el jugador de baloncesto, temprano por la mañana… Él, que iba de camino a la cancha a jugar, y yo que iba para la iglesia a rezar', decía el Cardenal.
Aun cuando su abuelo y sus visitas diarias al Hospital de la Concepción para ir a misa influenciaron en su decisión de asumir el sacerdocio, Aponte Martínez aseguraba que fue su madre quien verdaderamente le motivó a convertirse en cura.
'Mamá nos enseñó el catecismo con su ejemplo', habría dicho Aponte Martínez en reiteradas ocasiones.
En 1940, Aponte Martínez abandona su natal pueblo de Lajas para ir a estudiar al Seminario Católico en San Juan. Cuatro años más tarde, el joven estudiante de teología se trasladaría a la ciudad de Boston, Massachusetts, a completar sus estudios sacerdotales.
En 1950 el obispo McManus lo ordenaba como sacerdote en la misma iglesia de San Germán en donde años antes había servido como monaguillo junto a sus hermanos.
Luis Cardenal Aponte Martínez se retiró como Arzobispo de San Juan en marzo de 1999. Entre sus aportaciones más relevantes a la Iglesia Católica en Puerto Rico, el propio Aponte Martínez destacó el haber conseguido la designación de la Virgen de la Providencia como la Santa Patrona de Puerto Rico por parte del Papa Pablo VI, y su participación como el primer puertorriqueño en el Concilio Vaticano II. Aponte Martínez organizó además la visita del Papa Juan Pablo II a Puerto Rico en 1984.