Padre de Yorelys más tranquilo, pero sigue sufriendo
Ricardo Galarza, el padre de Yorelys Rivera, la niña boricua asesinada en Georgia (EEUU), expresó hoy que saber que el asesino confeso de su hija se había quitado la vida en la cárcel supone 'una tranquilidad' para la familia de la víctima, aunque el dolor no termina ahí.
El asesino confeso de la niña boricua Jorelys Rivera, Ryan Brunn, fue encontrado muerto en su celda en la cárcel estatal de Jackson ha informado la institución. Brunn, de 20 años y quien fue sentenciado a vida en prisión, fue hallado sin signos vitales en su celda y se asumió que se suicidó, indicó el Negociado de Investigaciones de Georgia.
Galarza dijo hoy en Radio Isla que al enterarse de la muerte del asesino de su hija sintió una 'tranquilidad' y que la familia está también más tranquila, y que 'poco a poco uno va superando… pero esto no termina nunca'.
El padre de Yorelys indicó que 'quería que lo metieran en la silla eléctrica para que supiera lo que es un castigo de verdad… Yo siempore pedí la pena de muerte para él'.
'Él no me importa para nada', añadió.
Explicó que las autoridades se comunicaron para informarle sobre la muerte, pero que solamente le dijeron que lo habían encontrado muerto 'pero que no sabían la manera de como fue'.
Insistió en que aunque la muerte del asesino 'por una parte sí' lo tranquilizaba: 'pero no me quita el dolor'.