Hoy se cumplen dos años del terremoto de 7.3 grados de intensidad que diezmó a Haití, pero todavía no se han completado grandes proyectos de reconstrucción y es necesario que los haitianos se unan para aportar positivamente al país.

Así concluyó el haitiano Dieunel Derilus, estudiante de maestría en Ciencias Ambientales en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, quién conversó con NotiCel sobre el proceso de reconstrucción de Haiti, tras el sismo de 7.3 de magnitud en la escala Richter, que arrasó con el país el pasado 12 de enero de 2010, dejando el saldo de al menos 300 mil personas muertas y miles de personas viviendo a la intemperie. Aquel día, el joven de 28 años estaba en Puerto Principe, capital de Haití, pues completaba un bachillerato en biología en la Universidad del Estado de Haití, ya que en el pueblo de Limbé, donde residía, no habían buenas instituciones educativas.

Derilus evaluó que de la ayuda humanitaria que han enviado las diferentes naciones y organizaciones a su patria, 'hasta ahora no veo nada, la gente está bajo las carpas como después del terremoto'. De hecho, mencionó que hasta frente al Palacio Nacional en Haiti, destruido durante el terremoto, se pueden observar todavía personas pernoctando bajo toldos.

Aunque ha sido mucha la aportación económica que han enviado para el país las distintas entidades tanto gubernamentales como privadas de diferentes países, explicó que los fondos están llegando a la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haiti (CIRH), compuesta por delegados locales e internacionales, pero 'no me gusta la manera en que se está manejando el dinero'.

A su entender 'hay mucho problema de política en el país', donde hay opiniones divididas en relación al apoyo hacía el presidente Michel Martelly, el controvertible ex cantante conocido en el ambiente musical como 'Sweet Micky'.

Por lo pronto, el único proyecto positivo que avaló Derilus, es la Universidad Roi Henri Christophe en Limonade, un área rural situada en la costa norteña, que fue construida por el gobierno de República Dominicana. De hecho, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, inaugurará hoy la institución universitaria, que el estudiante catalogó como el 'primer recinto en el norte, el más bonito'. Cabe destacar que Limonade tiene un índice de

52 por ciento en analfabetismo.De otra parte, pese a que la

Organización de las Naciones Unidas estableció que 4.5 millones de habitantes padecen de escasez de alimentos en Haití, para Derilus,'es posible que haya problemas con la comida, pero ese no es el problema (más grande) ahora, sino la construcción'. También un poco exaltado añadió que 'los haitianos quieren trabajar, no comida', en relación a los miles de contenedores de comida que aún son donados al país. Según la organización internacional el 60 por ciento de la población está desempleada, por lo que han planteado que es imperativo atraer inversionistas en el extrajero que quieran aportar por la reconstrucción del país.Ante todo esto, hizo un llamado a que 'los haitianos que viven en Puerto Rico y en otras partes del mundo, tienen que pensar en el país, para un nuevo Haití'. De igual forma, manifestó que no deben esperar a que el gobierno haitiano lo haga todo, sino que tienen que unirse para ayudar a su reconstrucción.Opinó que 'los haitianos son muy inteligentes' y que más bien el problema es uno de 'conciencia nacional', y apuntó que la mejor forma en que los puertorriqueños puedieran contribuir en la reconstrucción de Haití es, más que donar dinero, llevando a cabo proyectos concretos como hizo República Dominicana. Y reiteró los beneficios de iniciativas que fomenten la educación, pues concordó que tienen gran impacto en el desarrollo del país.Tanto sus hermanos como amistades tiene problemas con el acceso a los estudios superiores, porque son pocas las universidades públicas, y las privadas están fuera de su presupuesto, pero puntualizó que 'los jóvenes quieren estudiar'. El proceso para ser aceptados en las universidades públicas en uno complejo. Por ejemplo, en la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad del Estado de Haiti escogen a 100 personas al año, de los más de 2,000 postulantes.De hecho, Derilus se encuentra en Puerto Rico desde el pasado 14 de agosto participando del proyecto

Universidad Solidaria del Caribe, que organiza Fundación Comunitaria de Puerto Rico, una oportunidad que determinó que 'mi familia tiene mucha suerte, sin la beca sería imposible (que pudiera hacer su maestría fuera del país)'. Al igual que Derilus, más de nueve estudiantes haitianos participan del programa.Se espera que la mayoría una vez finalicen sus estudios regresen a Haití para trabajar en la reconstrucción del país, como se comprometieron cuando fueron seleccionados para recibir la beca de estudio en la Isla. En su caso aspira ser profesor universitario.Los estudiantes haitianos que están en Puerto Rico 'no somos suficientes para hacer nada', por lo que reafirmó la importancia de que otros compatriotas se unan al esfuerzo de reconstrucción del país.Al momento indicó que se siente 'muy bien' estudiando en la UPR, pese a que ha sido todo un reto enfrentarse a los idiomas de español e inglés, pues lo único que hablaba antes de llegar a la Isla era francés y creole.Al llegar a Puerto Rico, pensó que le ofrecerían unos cursos de idioma antes de comenzar la maestria. No obstante, se topó con que el 15 de agosto iniciaban las clases en la UPR.Asimismo, destacó que existe mucha diferencia entre la UPR y la Universidad del Estado de Haití, que quedó destruida totalmente a raíz del terremoto.El sueño de Derilus es poder hacer su tesis de maestría relacionada con su país, principalmente donde pueda ayudar a resolver parte de los problemas ambientales que enfrenta el país. Una de las situaciones apremiantes en esta área es la necesidad de reforestación, que se ha intensificado porque los haitianos utilizan la madera de los árboles para poder cocinar, dijo. Esto a su vez provoca una erosión en el suelo, cuando hay mucha lluvia.En aras de poder lograr esta meta ya tiene un objetivo identificado que es analizar una cuenca hidrográfica en la comunidad de Limbé. Actualmente sus padres residen en este pueblo, al igual que dos de sus hermanas y un hermano. Las otras dos hermanas de Derilus viven en Puerto Príncipe.La mayor de sus hermanas que esta casada y tiene 39 años, perdió su casa durante el terremoto. Sin embargo, la mujer que tiene una hija de 9 años es una de las pocas personas que tiene la suerte de alquilar 'algunos cuartos' en Puerto Príncipe. Lo que Derilus manifestó que el alquiler es 'muy caro comparado con sus posibilidades'.