Programa Buen Provecho parece que no digiere
La polémica por el programa que permite a ciertos beneficiarios del Plan de Asistencia Nutricional (PAN) comprar alimentos en los establecimientos de comida rápida, continúa ahora con un informe que presuntamente demuestra su fracaso.
El programa piloto Buen Provecho ha recibido duras críticas por parte de la Alianza para una Alimentación Adecuada, por los efectos a la salud de los ciudadanos, y ahora señalan que un informe de la Administración de Desarrollo Socio Económico del Departamento de la Familia (ADSEF) detalla que no se cumplió su principal objetivo.
De acuerdo a la doctora Ada Laureano, presidenta de la Alianza, en el informe se desprende que solo un 2% de los 29,000 beneficiarios del PAN que tenían derecho a recibir el servicio acudieron a un centro de comida rápida para comprar alimentos. Ante esto, Laureano cuestionó si realmente se corrigió el problema de falta de acceso a una alimentación a la población de edad avanzada, incapacitados y personas sin hogar como pretendía el programa. Por ello los miembros de la Alianza le están requiriendo al Food and Nutrition Service (FNS) que no permita la extensión del programa al resto de la Isla.
Para Juan Santiago, presidente del Colegio de Agrónomos, la FNS no debe permitir la ampliación del proyecto porque los beneficios no son suficientes para 30 días, atenta contra la nutrición del beneficiario, pone en jaque la agricultura del país y no permite el desarrollo de nuevas empresas que puedan generar más empleos.
En el informe de ADSEF se establece que el programa piloto fue establecido en San Juan y Guaynabo. Asimismo, que existían 40 establecimientos para proveer los servicios a esta población. Los establecimientos más utilizados fueron McDonald's 8.2%, KFC 29.5%, Burger King 40.5% y El Mesón Sandwiches 4.0%.
Horidel Febo, de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología, explicó que se suponía que el 72% de los beneficiarios era la población de edad avanzada, un 24% incapacitadas y solo un 4% las personas sin hogar. Sin embargo, las personas sin hogar resultaron ser las que más participaron del programa, y los incapacitados fueron los que menos participaron.
Por su parte, el licenciado Manuel Reyes, de la Cámara de Mercadeo, Comercio y Distribución de Alimentos (MIDA) destacó que el consumo promedio por cada participante fue de $7,03 por cada visita a un establecimiento de comida rápida. A su parecer, si se toma en consideración que el beneficio promedio por cada participante es de $120 mensuales, si la persona adquiere dos comidas al día en un restaurante de comida rápida los fondos se le agotarían en 10 días.
Por esto, Laureano y Reyes afirmaron que si esta tres poblaciones deciden comprar comida preparada, el rendimiento sería menor que si adquirieran los alimentos no preparados en un supermercado.
De otro lado, Reyes apuntó que mientras el Gobierno plantea una falta de acceso para estas tres poblaciones, en algunos casos por no tener transportación, desde que se inició el programa solo 1% utilizó el servicio de delivery que ofrecían las empresas como Comida Selectiva.
En ese sentido, Tamara Pérez, de la Asociación de Centros de Cuidado de Larga Distancia, volvió a proponer a que dicho organismo se encargue de proveer servicios de comida a domicilio a un costo que podría alcanzar los $5 para las personas de edad avanzada, dijo a NotiCel. De igual forma, añadió que se podría hacer una alianza con las organizaciones sin fines de lucro para que brinden el servicios al resto de los beneficiarios.
Por otra parte, Reyes, puntualizó que ante la falta de controles de supervisión se podría abrir el espacio para que se cometa fraude con el PAN.