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'Dios nos libre de los pastores'

El recién creado Colectivo Dios le debe a Hacienda realizó hoy el foro 'Implicaciones del fundamentalismo religioso en Puerto Rico' en el cual plantearon que el problema del fanatismo religioso no son las iglesias, sino los líderes que se refugian en esas instituciones para aprovecharse de la ignorancia y fanatismo del pueblo.

Entre los panelistas estuvo el sicólogo Salvador Santiago Negrón, quien planteó que hay que comenzar por deconstruir el vocabulario que falsamente inspira respeto, como la palabra pastor.

'Un pastor no quiere que usted piense, quiere dirigirlo. Un pastor guía con una garrocha a las ovejas. Hay que empezar a deconstruir ese vocabulario. Cuando a mí me saludan y me dicen soy pastor, yo le contesto que yo no soy oveja, soy un ser humano. Ser oveja va en contra de lo mejor que Dios nos dio, que es pensar', destacó Santiago Negrón, quien hizo hincapié en que muchos líderes religiosos lo que quieren es recuperar lo que perciben como su época de gloria durante el oscurantismo de la Edad Media.

Sostuvo que por ello los reverendos del patio no aceptan el pensamiento crítico y, aunque señaló que nos falta mucho por hacer, destacó que Puerto Rico ha ido aprendiendo a desarrollar ese pensamiento crítico.

'Vamos en el camino correcto cuando empezamos a dialogar y a identificar unas personas que piensan que porque tienen un libro particular, pues tienen la razón por ese libro particular y ese es el fundamentalismo: el que te dice ‘yo tengo la verdad agarrada por el rabo' y no permito que si tu no piensas igual que yo te voy a ver como inferior, te voy demonizar, te voy a castigar', sostuvo.

'Fíjate que (el reverendo Jorge) Raschke habló en su discurso en contra de los intelectuales. Qué es lo que está diciendo? Si tú piensas como intelectual tú no cabes en su religión, precisamente porque alguien que piensa, que piensa distinto a él no cabe dentro de su religión y ese es el problema de ese oscurantismo', sentenció.

En términos similares se expresó el sociólogo Samuel Silva Gotay, quien indicó que la lucha en contra del fundamentalismo hay que darla en el interior de las iglesias. Ello, porque recordó que en esas instituciones hay todo tipo de personas con ideologías distintas a los que, argumentó, hay que hacerles entender y retomar la verdadera tradición judío cristiana.

'Hay que continuar llamando la atención de que la tradición judío cristiana tiene un compromiso con el pueblo oprimido, con las mujeres, con los desprotegidos, con los desvalidos, con los trabajadores, con los pobres y esa lucha hay que darla al interior de la iglesia', indicó Silva Gotay.

Mientras, el licenciado y activista gay Rafael Ruiz Ayala destacó que hay que hacerle entender a los que ocupan cargos electivos en el país que 'el gobierno de Puerto Rico no le pertenece a un pastor, no le pertenece a la iglesia, nos pertenece a nosotros al pueblo'.

'Este pueblo ha sido entrenado para bajar la cabeza, para mirar para el lado y hay que hacerle entender que ellos son nuestros empleados y nosotros somos los dueños de la finca y si no pueden defendernos, entonces que renuncien', indicó.

El también portavoz de la Fundación Artículo II No a la 99 afirmó que hay que seguir educando al pueblo porque el problema del dominio de los líderes fundamentalistas en el gobierno 'no se resuelve con una marcha, lo resuelve la lucha que cada uno de nosotros puede dar desde nuestras diferentes trincheras'.

'No se trata de una guerra contra la gente por ser religiosa, se trata de una guerra contra los líderes que maltratan a sus feligreses y se aprovechan de su ignorancia. Ellos (religiosos) tienen el poder económico, tienen el subsidio, tienen la tierra que el gobierno les regaló por un dólar, pero nosotros tenemos la razón y eso es más poderoso. Por eso es que ellos (religiosos) no dan cara cuando se le cuestionan estos asuntos', puntualizó.

La Coalición Dios le debe a Hacienda presentó varias propuestas que impulsan, incluso a través de una campaña por las redes sociales, en la que destacan que las iglesias estén sujetas a los mismos criterios contributivos que cualquier otra organización y, por lo tanto, se les elimine la exención contributiva.

'La exención contributiva no es un derecho, es un privilegio. Entendemos que la exención sólo debe permanecer para las organizaciones que brindan servicios a la comunidad', declaró Alexis Rodríguez, uno de los miembros de la Coalición.