Fusté dice a Barlucea que deje de balbucear
Con característica dureza y franqueza, el juez federal José A. Fusté emitió una orden ayer por la tarde de cinco páginas, más bien cinco malletazos, en la que reitera el embargo contra el municipio de Adjuntas y le dice al alcalde, Jaime Barlucea, que se calle la boca, acepte responsabilidad por el lío en que él mismo se metió, y deje el 'ay bendito!'.
El juez reaccionó así a una moción sometida más temprano por el ayuntamiento en la que se adelantaba el 'caos' que se crearía si le ejecutan embargos para cobrarle una sentencia de $7 millones a un municipio cuyo presupuesto es poco más de $8 millones.
Fusté le dijo a Barlucea que solicite la protección de la Ley de Quiebra, o demande al ex alcalde popular Roberto Vera Monroig como responsable de los actos que dieron pie a la demanda, pero que se deje de lloriquear. También le sacó en cara que, en los cuatro años que han pasado sin pagar la sentencia, Barlucea tomó $4 millones prestados para otros propósitos, y financió eventos como viajes estudiantiles a China.
'Por donde quiera, Barlucea y Adjuntas han buscado apuntar el dedo a todos, incluyendo el suscribiente, menos a ellos mismos.... el tribunal no seguirá perdiendo el tiempo ayudando a Adjuntas a escapar el revolú que ellos mismos han creado. Está en el interés público que Adjuntas y su alcalde sean responsabilizados por sus propias decisiones', dijo el juez al reiterar que lo que se busca es cobrar una transacción que el propio Barlucea aceptó con su firma en noviembre de 2006.
'Debo decir que mi familia es originalmente de Adjuntas. Nada me entristece más que tener que conceder una orden de ejecución en contra de Adjuntas. Sin embargo, es totalmente inaceptable permitir que Adjuntas, o cualquier otro municipio, persona, o entidad, escape sus obligaciones y proveerle trato especial que la ley no contempla. Más de cuatro años son más que suficiente para que Adjuntas y Barlucea cumplan con sus obligaciones. No lo han hecho', argumentó Fusté.
'En fin, ya es tiempo de que el alcalde Barlucea deje sus conferencias de 'ay bendito!', tratando de ganar apoyo y compasión pública que Adjuntas se buscó. Es hora de que Barlucea deje sus ataques llorones y su señalamiento al juez compareciente como si nosotros nos hubiéramos enfrascado en algún tipo de acto ilegal simplemente por hacer lo que la ley dice que hay que hacer para ejecutar una sentencia que Barlucea aceptó. Considere la quiebra, si está disponible. Ya basta, compórtese, actúe inteligentemente como lo debe hacer un funcionario público, o cállese la boca!', concluyó.
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