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Senator... answer the question

La orden que emitió el juez Francisco Besosa para que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, comparezca hoy a su sala a explicar cómo llegó a sus manos el documento que produjo las entrevistas al convicto, Jorge De Castro Font, despeja las dudas de si el juzgador utilizará todo su poder para descubrir quien filtró la información que se alega dañó pesquisas de corrupción gubernamental.

Esta vez, la vociferada de Rivera Schatz en el hemiciclo legislativo, por el que intenta elevar el principio de inmunidad legislativa – sea cierto o no, irrespetuoso o indecoroso lo dicho – parece que no culminará en un turno vespertino sentado frente a una muñeca bochinchera que le llama 'Tommy'.

Tendrá que ampliar su contestación de que el documento de 21 páginas se lo dejaron en el cristal de su carro personal estacionado en su comité de campaña en Guaynabo. Tendrá que hablar de si ese día andaba sin sus escoltas, que tanto lo acompañan. Dónde dejó estacionado el auto, a la vista de quien o quienes y así sucesivamente para que el juzgador determine quien dice verdad y quien dice mentira. Después de todo, hay una máxima en derecho que establece que 'un juez no debe creer lo que ninguna otra persona creería'.

Besosa le deja claro al 'senator', que es él y sólo él quien aquilatará la prueba que traigan las partes sobre cómo llegó el documento conocido como 302, a manos de Rivera Schatz.

'Es claramente responsabilidad de esta corte decidir si el testimonio que provea el senador Rivera es relevante y útil para el análisis de los asuntos pendientes ante el Tribunal', sentenció Besosa esta semana al denegar la solicitud del senador para dejar sin efecto la citación a la vista en donde también tendrán que comparecer el senador Roberto Arango, el controversial asesor senatorial Richard Roark, el abogado Edgar Vega Pabón, el periodista Luis Penchi, y el investigador José Freyre Fraticelli.

El Juez, esposo de la ex secretaria del Departamento de Justicia bajo la incumbencia de la gobernación de Pedro Rosselló, Enid Martínez Moya, sufrió de ser novato, precisamente en el juicio de alto perfil público que presidió en el caso contra los hoy convictos Héctor Martínez y Juan Bravo.

Besosa, un experimentado abogado civilista antes de llegar a las salas judiciales de la Corte de Distrito de Estados Unidos en San Juan, ahora quiere borrar del escenario el 'pasito palante y pa atrás' que dio en las postrimerías de este caso, asumiendo control absoluto del asunto de las filtraciones e imponiendo las reglas del juego, desde las mociones que las partes radican antes de llegar a la sala judicial el próximo viernes en la mañana. De hecho, todavía a horas de la vista, no ha hecho caso a la solicitud del presidente senatorial para que se le interrogue a él primero que a los demás y que el que lo interrogue sea el juez, en vez de la fiscalía.

El juzgador de derecho dejó claramente establecido, en su orden previa, que Rivera Schatz no está acusado de violar dicha orden, sino que 'fue llamado a declarar ante el Tribunal sobre la fuente de este documento altamente confidencial que entró en posesión del Senador'. Sobre eso sí que la fiscalía y el propio Juez quieren recibir prueba.

La defensa de Rivera Schatz está a cargo de David Indiano, un abogado corporativo que se empeña en que el Colegio de Abogados pase a mejor vida defendiendo el interés de unos pocos estadistas en el pleito de clase, Herbert Brown versus Colegio – y del licenciado y amigo personal del ex gobernador Rosselló, Luis Berríos Amadeo.

Al día de hoy no sabemos cómo se dirigirá Rivera Schatz en el caso judicial, si en inglés o en español. Un recordatorio: En el 1998, el ex representante estadista, Edwin Mundo, era entrevistado por la fiscal María Domínguez - en medio del caso del Instituto del SIDA – y cuando esta la preguntó 'what do you do for living', éste contestó: 'in San Juan'. Para no tener que pasar esa vergüenza, le recomendamos que si los nervios lo traicionan o si por el contrario su inglés no pasa de ser un segundo idioma ‘masticao', solicite un intérprete y así le podrá insistir a su interpelador, 'ese documento me lo dejaron en el wiper de mi carro'.

Al parecer el juez Besosa tendrá que decir más de una vez, 'senator….answer the question'.

Para más detalle, visite Pesquisa Boricua.