La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Nueva York pronto dejará sentir su impacto en Puerto Rico por la relación de 'guagua aérea' entre el estado neoyorquino y la Isla.

Así lo aseguró en entrevista con NotiCel el licenciado Rafael Ruiz Ayala, portavoz de la Fundación Artículo II-No a la 99, que surgió tras el proyecto para enmendar la Constitución de Puerto Rico para evitar el reconocimiento jurídico de cualquier unión afectiva que no constituyera un matrimonio heterosexual.

'El que a Nueva York, referente cultural y jurídico para Occidente, haya llegado el cambio, acelerará el proceso de cambio en Puerto Rico. No solamente porque Nueva York es un referente para nosotros en cuanto al tema (gay) como lo han sido también Argentina, España y México, sino porque la realidad de la guagua aérea entre la isla y NYC harán insostenible el status quo en Puerto Rico', reflexionó el letrado.

A su juicio,las decenas de miles de parejas del mismo sexo que viajan en esa guagua 'constituirán un dolor de cabeza para el Estado' puertorriqueño.

'Es previsible que surjan multiplicidad de pleitos en los tribunales, conflictos entre familias y reclamos de beneficios en Puerto Rico. Por lo tanto, aunque no quiera, el gobierno va a tener tremendo tostón en sus manos con el que van a tener que bregar', afirmó.

Paraél, lo más significativo es el impacto sociológico positivo que tendrán los puertorriqueños de allá y sus familias no tradicionales en la psiquis del puertorriqueño de la Isla.

El defensor de los derechos humanos se mostró confiado en que ese efecto en la psiquis del pueblo también tenga su impacto en las preferencias electorales. 'La agenda homofóbica de los Thomas Rivera Schatz, los Carmelo Ríos y los Víctor Vasallo terminará tan derrotada como lo ha sido esa agenda en Nueva York, de la cual, por cierto, ha sido su líder otro puertorriqueño, el senador estatal Rubén Díaz'.

Agregó que la constitucionalidad de DOMA (Ley de Defensa del Matrimonio) está bajo ataque a raíz del caso Gill v. Office of Personnel, 699 F.Supp.2d 374 (D. Mass. 2010) pendiente de resolución por el Primer Circuito de Apelaciones, al que pertenece Puerto Rico y al que pertenecen los estados que reconocen el matrimonio gay. 'No está fuera de lo posible que ese Circuito, como parte de su decisión en ese caso, llegue al punto de obligar directa o indirectamente a Puerto Rico a darle reconocimiento jurídico a esas relaciones', opinó.

Ruiz Ayala afirmó que si ese escenario se materializa, 'sería una dulce ironía considerando que el fundamentalismo protestante en Puerto Rico ha sido un servil defensor de la ocupación de Puerto Rico por los Estados Unidos y cómplice activo de las campañas de persecución anti independentistas de dicho gobierno'.

'Que sea el gobierno extranjero, del cual han sido colaboradores y carpeteros, el que les imponga el matrimonio gay a Puerto Rico solamente puede describirse como justicia poética', manifestó.

Ruiz Ayala destacó que los adultos tienen el derecho humano fundamental a escoger sus parejas sin que el Estado pueda intervenir en esa decisión estrictamente individual y personal.

Para él, hay jueces en la isla que deben estar preocupados por la legalización del matrimonio gay.

Citó como ejemplo un caso del juez del Tribunal de Apelaciones Jorge Lucas Escribano, quien ha resuelto casos usando el nombre de Dios: 'Todos deben someterse a las personas que ejercen autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios y las que existen fueron puestas por El.' Díaz v. Municipio de Caguas TCA 2001.

'El juez Escribano debe estar muy preocupado en estos días porque, independientemente de que el Congreso de los Estados Unidos aprobó en 1996 el Defense of Marriage Act (Ley de Defensa del Matrimonio), dándole a los estados la opción de no reconocer matrimonios homosexuales de otros estados y la Legislatura de Puerto Rico ejerció esa opción en función de la presión de la derecha religiosa nacional en 1999, el progresivo reconocimiento del derecho a escoger pareja a nivel internacional adquiere velocidad', afirmó.

Para Ruiz Ayala, el fin del control de los religiosos en la Legislatura, principalmente en el Senado, está a la vuelta de la esquina.

'Es claro que, aunque en Puerto Rico al presente controlan la política pública, el proyecto político fascista de la derecha religiosa insular está condenado a un futuro en el basurero de la historia. Parafraseando al gran músico argentino Charly García: los dinosaurios de la Fraternidad Pentecostal y sus aliados en el Senado van a desaparecer', sentenció.