ACLU: Policía no se arregla cambiando de Súper
El cambio en la dirección de la Policía de Puerto Rico que se produjo hoy con la renuncia del superintendente José Figueroa Sancha y el nombramiento al cargo de José Luis Rivera no servirá de nada si no se emprenden reformas de raíz en la Uniformada, expresó a NotiCel el director ejecutivo de la local de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), William Ramírez.
Dijo que Figueroa Sancha no ha sido efectivo ni en combatir el crimen ni en corregir los abusos policiales contra ciudadanos en manifestaciones o ante determinadas comunidades indefensas. 'No ha sido efectivo en corregir la criminalidad ni en cuanto a cómo se ha dirigido la Policía con las protestas', insistió Ramírez, quien reclamó que 'es tiempo de un cambio en la policía'.
Pero el líder de la ACLU en Puerto Rico quitó importancia a quien esté al frente de la Uniformada porque ese cuerpo, además de un Superintendente comprometido con la defensa de los derechos humanos y civiles en la lucha contra el crimen, necesita cambios profundos y sistémicos.
El problema de los abusos policiales 'va a continuar hasta que se hagan cambios sistémicos en la organización de la Policía' y el gobernador Luis Fortuño 'tiene que seguir con el problema de la corrupción en la Policía, que siempre lo ha habido, pero que con esta administración se ha agravado hacia las personas que protestan contra el Gobierno', insistió Ramírez.
Explicó que la ACLU tiene previsto publicar en septiembre un informe sobre los abusos policiales en Puerto Rico en el que se recomienda que se mejore el adiestramiento de los policías en el área de derechos civiles y el sistema de reclutamiento de los cadetes y que se aumente el numero de horas de preparación que reciben, 'que se han reducido para graduar más cadetes'.
También se exhorta a que la Policía sea diligente en tomar medidas sobre los abusos de ciertos agentes y que se de seguimiento a todas estas medidas.
'No solo decir que hay que respetar los derechos humanos y civiles… Sino actuar dando seguimiento al caso y exigir responsabilidades ante las violaciones', dijo Ramírez, quien aunque sostuvo que la salida de Figueroa Sancha no afectará en general a la Policía, espera que el nuevo superintendente 'llegue con el ánimo de traer cambios y de lidiar con ese problema sistémico y que no siga la política del anterior (Figueroa Sancha) para suprimir por la fuerza la expresión ciudadana'.