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Santaisabelinos a oscuras sobre molinos

Residentes de la Comunidad Central Cortada de Santa Isabel llevan meses preocupados por las consecuencias que tendría en su barrio el establecimiento de molinos de viento por parte de la empresa norteamericana Pattern Energy.

La Lcda. Maritza Hernandez junto a personal de la Clinica de Asistencia Legal de la UPR explicaron que el proyecto de 65 turbinas denominado Finca de Viento será construido en terrenos agrícolas y afectará 3,500 cuerdas de terreno. Tendría un impacto negativo en agrónomos, agricultores, consumidores y acuíferos de Santa Isabel, según surgió en la primera reunión comunitaria celebrada el pasado domingo para informar a los residentes de sobre los efectos de la construcción de molinos de viento.

'Todavía no se ha mencionado el tema de la expropiación, pero la calidad de vida de las personas se verá afectada tan pronto comiencen a funcionar los molinos, y esto tendrá como efecto que las personas quieran moverse de sus residencias,' comentó a Prensa Comunitaria María Arzola, residente de la Comunidad Central Cortada y quien se ha dado a la tarea de informar a las comunidades aledañas sobre la problemática.

El proceso de construcción de los molinos, que duraría entre seis y nueve meses, ya comenzó e impactó la primera finca. Los residentes indicaron que personal del Instituto de Cultura Puertorriqueña se presentó allí para hacer excavaciones con el fin de investigar si en el lugar existían yacimientos arqueológicos, y durante las mismas, rompieron un sistema de riego que distribuía agua a dos fincas, lo que afectó a 24 agricultores.

En la reunión estuvo presente el Representante del Distrito 27 por el Partido Popular Democrático José Torres, quien recalcó que no se opone a la energía renovable, sino a la ubicación de los molinos. El Distrito Sur del Colegio de Agrónomos se opuso desde el principio al proyecto tomando en cuenta las consecuencias que podría tener un huracán, un temblor o cualquier accidente que pueda ocurrir con las turbinas. Las torres medirán 400 pies de altura y estarán a una distancia de 500 pies de las residencias, tras una inversión estimada en 215 millones. El proyecto fue aprobado en junio de 2010 y el contrato fue hecho con la Autoridad de Energía Eléctrica para la venta de 75MV con una duración de 20 años. Sería el proyecto de energía de viento más grande de la isla. El proceso de permisos fue expedito, pues en junio de 2010, según reportan en su página de internet, aún no habían comenzado los procesos de permisología, pero ya para ese mismo mes estaba firmado el contrato con la AEE. Pattern espera comenzar a operar antes de que termine el año en curso.

La compañía Pattern Energy, cuya página de internet dice que el compromiso con las comunidades es uno de sus valores más importantes, no se ha comunicado con los residentes de Central Cortada ni con otras comunidades aledañas que se verán afectadas. Sí lo ha hecho con el Municipio de Santa Isabel y su alcalde, Enrique Questell, quien respalda el proyecto, y con la Autoridad de Tierras, que son los propietarios de los terrenos, según informaron.

Para más detalles, vea Prensa Comunitaria.