'Cacho pierde sus hijas por su egoismo'
La secretaria de la Familia, Yanitzia Irizarry, sostuvo hoy que Ana Cacho perdió permanentemente la custodia de sus dos hijas porque se preocupó más por ella que por proteger a sus hijas antes, durante y después del fatídico asesinato de su hijo menor, Lorenzo González Cacho.
Asimismo, la funcionaria, quien fue abogada de familia, indicó a NotiCel que no prevé que la representación legal de Cacho tenga éxito de presentar un recurso de revisión ante el Tribunal de Apelaciones.
'La señora Cacho fracasó en su rol como madre protectora, fracasó en velar por el bienestar de esas niñas, no le demostró al Departamento de la Familia ni al tribunal que era capaz de dejar el yo a un lado, al adulto a un lado para proteger a las menores y esa es la razón por la que hoy sus hijas no están al lado de ella', sostuvo Irizarry, quien aseguró que no prevé que Cacho pueda tener contacto con sus hijas nuevamente.
Irizarry no le cree nada de lo que Cacho ha dicho en las diversas entrevistas que ha concedido a los medios, siendo la más reciente la que concedió a Telenoticias en la que aseguró que siempre les dijo a sus hijas que 'digan la verdad'. Ambas menores son potenciales testigos en el caso criminal.
'No le creo. La prueba que tuvieron los funcionarios del Departamento de la Familia es completamente diferente, no puedo creerle', afirmó.
La titular de la Familia, quien ha sido fuertemente criticada por Cacho, su madre Ivette González, y sus abogadas, se mostró sumamente satisfecha ante el fallo adverso contra las demandantes emitido ayer por la jueza de familia de Bayamón, Sonia del Toro.
'Se ha hablado mucho, creo que demasiado, se ha especulado mucho y esta sentencia si nos reivindica y quizás explica a un pueblo la razón de ser y el proceder de los funcionarios del Departamento de la Familia', señaló.
Irizarry se mostró confiada en que el Tribunal de Apelaciones también favorecería al Departamento de la Familia en este caso, si es que la representación legal de Cacho decide apelar la sentencia del Tribunal de Menores.
'Con respeto a la autoridad judicial, yo les auguro muy poco éxito en las vías apelativas. Esta es una sentencia contundente con sobre 200 determinaciones de hecho y ante la ausencia de pasión, prejuicio o parcialidad que no se han vertido en ningún momento, los tribunales apelativos le dan credibilidad a las determinaciones de hecho del Tribunal de Primera Instancia. Las determinaciones de hecho en este caso son lo suficientemente contundentes para que un tribunal apelativo pueda concurrir', sentenció.
En cuanto a las expresiones del ex abogado defensor de Cacho, Antonio Sagardía, quien dijo a NotiCel que lo que recoge la sentencia es 'prueba de referencia' porque las niñas no testificaron en el caso de custodia, Irizarry indicó que el también ex secretario de Justicia parece que no conoce los procesos de familia.
'Lo que pasa es que en los procesos de familia, que probablemente él desconozca, los menores no siempre testifican porque pasan por un proceso de intervención, evaluación y terapéutico y que hay unas reglas que manejan los peritos que trabajan con menores que fueron víctimas de maltrato. Las menores tenían una defensora judicial que era Vivian Acosta, procuradora de familia que está adscrita a Justicia, que velaba que el proceso de intervención y entrevistas de las menores redundaran en el mejor bienestar de éstas. El tribunal va a evaluar el ‘expertise' de los peritos y el tribunal también hace preguntas, la señora Cacho tuvo la oportunidad de contrainterrogar y el resultado es el que está', indicó.
Y, aunque no ofreció mayores detalles, a diferencia de Sagardía, Irizarry piensa que sí puede conseguirse un jurado imparcial cuando se presenten acusaciones en este caso.
Aseguró que las niñas están seguras, han sido protegidas y que continúan recibiendo ayuda y tratamiento terapéutico para superar poco a poco el trauma que vivieron tras perder a su hermanito el 9 de marzo de 2010.
'Las niñas atravesaron por un proceso bien difícil, perder un hermano es un proceso bien difícil como tal y, aún durante los 20 días que estuvieron con la familia materna se comenzó un proceso terapéutico para trabajar con las menores. Al día de hoy continua ese proceso terapéutico y las menores están mejor', puntualizó.
La jueza del Tribunal de Menores Bayamón ratificó ayer una decisión del Apelativo que quitó la custodia de las dos hermanas de Lorenzo, de 6 y 14 años, a la madre y mantuvo la prohibición a toda persona de la familia materna de mantener relaciones con las niñas, ahora bajo custodia del padre.
Pero la sentencia va más allá entrando en particularidades que se esperaría que trascendieran en el venidero juicio criminal, y no en el civil por la custodia de las menores.
En la sentencia, se realizan fuertes acusaciones contra Cacho, como que conoce lo que pasó con su hijo y que incluso pudo haber participado de alguna manera en el asesinato o que está encubriendo a los que lo cometieron.
A la presión popular que reclama que se resuelva el caso y al vía crucis mediático que han protagonizado la madre del niño y la abuela del menor, Ivette González, se suma ahora esta nueva sentencia que no deja de ser un castigo para la familia materna, independientemente de la participación o encubrimiento de los hechos por parte de la madre.
En la nueva decisión judicial, se recuerda, además, que Ana y su mamá, Ivette, habrían manipulado presionando a las dos hermanas de Lorenzo para que no dijeran nada sobre la noche de los hechos.
En la sentencia, se determina que Cacho sabe lo que le pasó a su hijo, que se ha negado a compartirlo y que ha presionado a sus hijas para que tampoco hablen. También se manifiesta que la madre ha dado tres versiones distintas de lo que le habría pasado a su hijo. Dos de esas versiones eran conocidas: que el niño se cayó de la cama como le había pasado anteriormente y que no sabe lo que pasó; y una nueva en la que asegura que alguien fue a matarla a ella a su casa y asesinó al niño.
Por ello, Cacho les habría causado un gran perjuicio sicológico a sus hijas al impedirles expiar el secreto de la muerte del hermano.
Según la sentencia, una de las niñas, la mayor, declaró a una sicóloga que no quería 'saber' de su mamá porque 'le hizo daño a Lorenzo' y que la abuela 'la protege'. En el documento se insiste en que 'las menores sospechan' de la madre.