Juicio Martínez: El Diablo está en los detalles
Con el desfile de prueba finalizado, la fiscalía y la defensa en el juicio contra el senador Héctor Martínez y el empresario Juan Bravo se mueven a su última confrontación: la batalla por influenciar al jurado mediante las instrucciones que el juez les tiene que dar antes de mandarlos a deliberar.
El viernes, cada parte se parará frente al jurado para resumir la evidencia y dar sus últimas exhortaciones. Pero luego de eso se sentarán para que el juez Francisco Besosa les lea las instrucciones que van adirigir su proceso deliberativo, y eso es lo que ambas partes pretenden influenciar en mociones radicadas esta mañana.
La ausencia de Jorge de Castro Font, la inclusión de las andanzas de Martínez con Freddy Valentín, y si hubo acto específico a cambio del viaje a Las Vegas son algunos de los puntos que cada parte quiere que el juez presente a su manera.
En su moción, la fiscalía recalca en todo momento que 'la prueba directa del conocimiento y la intención (de delinquir) casi nunca está disponible' y no se requiere, que los hechos se pueden establecer por evidencia circunstancial. Añaden que la ley no les requiere establecer que Bravo pagó el viaje a Las Vegas de Martínez para influenciar un acto específico del senador, sino sólo para influenciarlo.
También, que no pueden entrar a considerar cuáles son los méritos de los dos proyectos de ley en controversia porque no se requiere establecer que los proyectos se convirtieron en ley o si eran buenos o malos. Finalmente, y a lo mejor con un ojo puesto en la ausencia de De Castro, la fiscalía quiere que el jurado tenga conciente que no es necesario identificar ni traer a juicio a todos los participantes de un delito para que los dos que están acusados puedan ser encontrados culpables.
Por su parte, la defensa sometió una moción más detallada y directa. Con aparente conciencia del testimonio de Martínez ante el Gran Jurado en 1999 sobre cómo recogió dinero para el convicto ex senador Freddy Valentín, la defensa quiere que al jurado se le recuerde que lo único que deben considerar son los delitos imputados en este caso y no cualquier otra conducta que no está en el pliego acusatorio. Recordaron también que el acusado no está obligado a presentar evidencia.
Sobre De Castro, pidieron al juez que instruya que al ex senador se le nombra más de 70 veces en el pliego acusatorio y que su ausencia como testigo puede llevar a la conclusión de que su testimonio no sería favorable a la fiscalía. También pidieron cautela con el testimonio del cooperador Carlos Díaz de Hostos.
Finalmente, sobre si hubo un toma y dame del viaje a cambio de influencia, la defensa quiere que se le diga al jurado que tener atenciones, incluso atenciones lujosas, para 'cultivar' relaciones políticas es común y que, aunque no estén de acuerdo, eso por sí solo no es delito, y que no es soborno dar un donativo a un político con la esperanza de que eso va a proveer buena voluntad, acceso o ayuda en el desarrollo de un comercio.