Las personas que han acudido a la farmacia asignada por la gerencia de El Amal para atender a los clientes afectados por el sorpresivo cierre de las tiendas de la cadena han sido pocas por el momento.

Así lo informó hoy la directora ejecutiva de la Asociación de Farmacias de la Comunidad, María Isabel Vicente, quien insistió en que se ha observado poca asistencia de clientes a la farmacia para reclamar las recetas pendientes de ser procesadas.

'Pero puede ser que la orientación que la asociación ofreció a los pacientes con necesidad urgente de su receta para que fueran a sus médicos (a solicitarles una receta nueva), y que luego atenderíamos en nuestras farmacias, les ha aliviado la carga a El Amal', dijo Vicente en entrevista radial (Boricua 740), según publica Inter News Service.

La semana pasada, las Farmacias El Amal cerraron operaciones sin previo aviso dejando sin trabajo a sus empleados y limitando el acceso de los clientes a las recetas pendientes de ser despachadas.

La gerencia de la cadena designó a la farmacia de la avenida Piñero para este propósito.

A pesar de que la gerencia de El Amal ha explicado los esfuerzos que hicieron para evitar el cierre, insistió en que el mismo fue 'inevitable' debido a la crisis económica que atraviesa la Isla desde hace varios años.

Vicente indicó que algunos factores obraron en contra de la permanencia de El Amal en la isla.

Entre estos mencionó el hecho de que la cadena de farmacias era vista por el público como un híbrido entre las multinacionales y las farmacias de la comunidad.

Por otro lado, 'no tenían la agilidad ni el trato personal de la farmacia independiente cuya mayoría cuenta en el recetario con la presencia del dueño de la misma'.

Para Vicente, las farmacias de la comunidad han ensayado con éxito el modelo de organizarse en cadenas, pero a diferencia de las multinacionales han utilizado otros mecanismos.

Citó los casos de las Farmacias Aliadas y Coopharma, que conservan su nombre pero se apellidan con el nombre de la alianza a la que pertenezcan. Este mecanismo les permite abaratar costos al adquirir los productos que venden en sus establecimientos como parte de un conglomerado.