La Administración Fortuño amenazó a los hospitales que no se alineen con Mi Salud conque no van a tener acceso a fondos ARRA para el programa de récords electrónicos; y advirtió que no se concederán las tarifas de antaño y que los fondos federales adicionales que vienen por la reforma de Obama no serían para pagar más dinero a los participantes de Mi Salud, sino para aliviar la carga que el área de salud le significa al Fondo General.

Fuentes con conocimiento de lo sucedido en la reunión entre el Gobernador y los componentes de Mi Salud sostenida el sábado en La Fortaleza ofrecieron detalles que denotan un intercambio más tajante de lo que se ha divulgado hasta ahora, así como un movimiento gubernamental para proteger a la principal aseguradora del programa, MCS.

A pesar de que la reunión ocurrió un día antes del anuncio de la multa contra la MCS por mentir en certificaciones de Mi Salud, las fuentes explicaron que MCS y Humana, la otra aseguradora de Mi Salud, salieron beneficiadas porque tuvieron al Gobernador diciéndole a los grupos médicos y a hospitales que acabaran de alinearse con las aseguradoras o los dejarían fuera.

El 'ajuste de tuercas' que realizó La Fortaleza el sábado ocurre ante los mismos grupos médicos y hospitales con los que las aseguradoras, principalmente MCS, llevan meses peleando tras bastidores porque los necesitan tener contratados para cumplir con requisitos federales. Las aseguradoras han encontrado resistencia, ya que las escalas de compensación con las que ellos ganaron el contrato de Mi Salud son mucho menores que las que tenía la anterior aseguradora predominante, Triple S.

La amenaza con los fondos de estímulo federal (ARRA) es particularmente crucial porque se trata de una inyección de fondos para nuevas tecnologías que ha causado entusiasmo en la clase médica y hospitalaria.

Esta intervención del Gobernador es la más reciente movida a favor de MCS que ha levantado sospechas en la comunidad médica.

Durante el proceso de contratación, la 'buena estrella' de MCS incluyó que el grupo que adjudicó el contrato de Mi Salud estuvo encabezado por Annie Mayol como representante de La Fortaleza y por Edna Marín como representante del Departamento de Salud. Mayol es ex empleada de SDA Global, la firma de cabilderos que incluye a Ramón Luis Lugo, y que ahora trabaja como cabilderos de MCS. SDA Global fue también la empresa que tuvo bajo contrato a la Primera Dama, Luz E. Vela, mientras ésta estaba en Washington cuandoFortuño era Comisionado Residente. Marín es ex empleada de MCS.

De otro lado, el actual presidente de MCS, José R. Mirabal, es un ex administrador regional asociado de CMS, el ente federal que regula el proceso de contratación y administración de Mi Salud, y trabajaba específicamente supervisando a Puerto Rico. CMS se ha rehusado a entregar información sobre su evaluación del proceso de contratación de Mi Salud indicando que están en una etapa 'pre-decisional', por lo que no hay documentos finales que entregar.

CMS no especificó cuándo Mirabal dejó de ser su empleado, pero indicaron que éste atendía públicos distintos a los que atiende Michael Meléndez, el actual supervisor de CMS para Mi Salud. Mayol no contestó mensajes de NotiCel, pero el funcionario de CMS que atendió a NotiCel copió su mensaje a la dirección de Mayol en el Departamento de Salud.

'Queremos instar a las partes a sentarse a negociar', indicó Frank Díaz, director ejecutivo de la Administración de Seguros de Salud (ASES) a preguntas sobre lo ocurrido en la reunión. 'Que sepan que el Gobierno está fungiendo como un facilitador en todo este proceso', añadió. Cuando NotiCel visitó La Fortaleza el sábado para indagar sobre la reunión, el secretario de la Gobernación, Marcos Rodríguez Ema, dijo a través de un portavoz que 'obviamente, cualquier programa que se lanza—sobre todo uno que tiene una acogida inicial tan extraordinaria—requiere ajustes y modificaciones para asegurar que funciona adecuadamente'.

Otra situación abordada en la reunión es que hay especialistas que no quieren entrar a las redes de Mi Salud porque ahora los pacientes pueden ir directamente a sus oficinas sin un referido.

La reunión para ajustar cinturones ocurre en momentos también en que ASES le debe, según se dijo, unos $280 millones a MCS y unos $120 millones a Humana. Esta deuda se pagaría con un préstamo aprobado en la Legislatura cuya fuente de repago es una combinación de dineros del Fondo General y de ahorros que se espera obtener en el proceso de negociar descuentos de medicamentos con las farmacéuticas.