La secretaria de Familia, Yanitzia Irizarry, rechazó que hubiese dado instrucciones para impedir que dos trabajadoras sociales presentaran a la Policía una denuncia contra Hilton Cordero, quien presuntamente cometió actos lascivos contra su hija.

'Esa informacion es incorrecta, no es cierta, es totalmente incorrecta y me apena y me llena de profunda tristeza', aseguró la funcionaria.

'Aquí los trabajadores sociales están bien claros de cuál es su trabajo: los niños de Puerto Rico son todos iguales, no importa quiénes sean sus padres', añadió.

La funcionaria, durante una actividad con confinados que recibieron un taller de como ser mejores padres, y en un aparte con los medios, dijo desconocer de dónde surge el señalamiento sobre su supuesta intervención en el manejo del caso.

'Desconozco cuál es la motivación, cuál fue la interpretación y de verdad, no tengo idea de dónde surge', indicó.

De acuerdo con Irizarry, se ha seguido el protocolo como en todos los casos 'delicados' como éste.

'La información que me llega a mí de este caso es que están haciendo lo que tienen que hacer', sostuvo.

Según información que difundió Radio Isla, las dos funcionarias del Departamento de la Familia que atendieron el caso, Karol Longovio y Ruth Rivera, fueron interceptadas por la Directora Regional de la agencia, Sheila Mangual, para que no siguieran adelante con el proceso de denuncia policial.

La directora Mangual habría llamado a una de las funcionarias, cuando iban en camino a asentar la denuncia en la Policía y el posterior trámite en Fiscalía, para citarlas en el McDonalds de la Ave. 65 de Infantería, cerca del Colegio San Antonio en Río Piedras.

Allí, Mangual, supuestamente activando instrucciones de la Secretaria de Familia, trató de convencer a Longovio y Rivera para que no refirieran la querella a la Policía.

'No he hablado con la señora Sheila Mangual obviamente y no voy a entrar en detalles porqué hay una investigación en curso. Eso es totalmente incorrecta', afirmo.

Ambas funcionarias se comunicaron inmediatamente con su supervisor, Luis Rivera Santiago, quien les ordenó seguir adelante, y acto seguido, citó y confrontó a Sheila Mangual con los hechos.