Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
A Viajar

Olé! al sur: Andalucía, Sevilla (galería)

Al escuchar la palabra España automáticamente nuestro cerebro dice fútbol. Escuchamos Sevilla y pensamos en la Semana Mayor, el flamenco, toros, castañuelas o en la famosa tortilla española. Estas características son propias de España sí, acertamos, pero esta cultura va un poco más allá de los sustantivos ya mencionados y de lo que nos quieren vender en el turismo o las agencias de viajes.

Seis meses en Sevilla hicieron que profundizara en lo que es su estilo de vida, sus formas, creencias y pude apreciar mucho más que una corrida de toros y un flamenco a dos por tres.

En pleno verano con una temperatura de 39 grados Celsius y un calor seco sin humedad, un auténtico sevillano me recogió en la estación a mi llegada. En la travesía me percaté de cómo la mayoría de los coches eran ' standards ', de la regularidad con que pasaban autobuses y que no había ni una persona vistiendo 'vaqueros' (mahones), sólo 'shorts' .

También me llamó la atención ver a las familias en el Parque María Luisa comiendo helados, los niños corriendo patines, las campanas sonando en el centro de la propia Giralda junto con el canto de los pájaros, la música de fondo con los payasos y sus burbujas gigantes en la majestuosa Plaza España.

España es muy consciente del daño ambiental que se ha causado y es por esto que tienen un sistema de reciclaje bastante eficiente. Utilizan el gas natural como fuente de energía para los autobuses, hay contenedores para plásticos, vidrio y cartón en cada esquina y se prefiere utilizar el sistema de bicicletas y autobús para la transportación.

Por otro lado, es muy común ver en los alrededores de Los Reales Alcázares a caballos acarreando carruajes llenos de turistas o tomando fotos para bodas.

Poco a poco te acostumbras al 'qué güay!', al 'Olé', le coges el gusto a los días de 'juerga y tapas' en bares como Las Golondrinas o los Coloniales. Te amoldas a esa gente buena que te acoge en iglesias reformadas, a las Sevicis y su carril, a la fiesta y al botellón, a las sociedades Erasmus con sus 'trips', a viajeros de paso, al olor de las castañas recién hechas justo en el Centro al lado de Zara, a jóvenes que se quieren como hermanos y te brindan lo mejor de sí, a que caminar por la calle Inquisición de Triana no resultara tan escalofriante, al Corte Inglés y sus ofertas.

Los paseos por la Torre del Oro, el puente de Triana y las noches en la Alameda brindan a Sevilla y sus visitantes un aire fresco, cultural e histórico que queda grabado en la memoria junto al famoso jamón Serrano y queso Manchego.

Vivir en Sevilla es recorrer las calles en la mañana experimentando olores a levadura recién horneada del Polvillo, tomar la siesta de dos a cinco de la tarde después del puchero, tapear pescaíto frito y comer en el '2 de Mayo'. En suelo andaluz no hay dieta mediterránea sin papa, aceite de oliva y un poquito de vino por el lado.

Al atardecer, la cultura artística se apodera de la calle Constitución al igual que las orillas el río Guadalquivir y sus atletas de remo. No hay nada más interesante que la disputa entre los residentes de Triana y Macarena discutiendo por cuál es el mejor paso en Semana Santa o cuál es la virgen más majestuosa de acuerdo a sus regiones. En Sevilla te atrapa un estilo de vida activo por el cuál se camina todos los días, se corre bicicleta (aunque aún no ha llegado la moda de las fixies) y los medios de transportación pública son conocidos más bien por su puntualidad. Todo el puertorriqueño que va a España regresa con varias libritas menos y diciendo que Triana y San Juan son casi como comparar la bandera de Cuba y Puerto Rico.

Se lo recomiendo a cada uno de los que ha pensado en viajar, es una experiencia enaltecedora que cambiará su visión por completo. El que va, no regresa como fue. España y el suelo andaluz harán que des un paso adelante, capturarán tu esencia y harán de ti una persona capaz de viajar a cualquier parte del mundo con sus aerolíneas bajo costo como Easyjet y Ryanair, pero como todo, no hay nada que un puchero y un buen gazpacho no puedan remediar.

    

Sevilla
Foto:
Sevilla
Foto:
Sevilla
Foto:
Sevilla
Foto:
Sevilla
Foto:
Sevilla
Foto: