Documentos públicos fueron destruidos esta tarde por un grupo de trabajadores que se presume pertenecen al Departamento de Transportación y Obras Públicas. Los documentos fueron incendiados en un edificio abandonado en Hato Rey y el humo atrajo la atención de vecinos del área, quienes informaron a las autoridades.

Un miembro de Occupy Puerto Rico presente en el área dijo a NotiCel dijo que los documentos desaparecidos bajo el fuego no se podían destruir ni decomisar, lo que podría confirmar que se trata de documentación pública importante.

Entre los documentos, que estaban esparcidos sin orden de archivo en por lo menos dos pisos del edificio, se encuentran planos de estructuras, órdenes de compra, depósitos al seguro social y comunicaciones de recursos humanos.

La Policía se encuentra en la escena y obreros de la construcción levantan un muro para cerrar el área, agregó el integrante de Occupy.

Un empleado del DTOP que no quiso identificarse dijo a NotiCel que el edificio estaba en proceso de cerrrarse en el día de hoy.

El edificio abandonado está en la avenida Muñoz Rivera, cerca de la avenida Ponce de León.

Responde el DTOP

La directora de Comunicaciones de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), Vivian Vázquez, dijo a NotiCel de manera preliminar que este edificio estaba siendo clausurado por denuncias de que era utilizado por personas sin hogar y adictos.

Vázquez confirmó que en el edificio había empleados del área de Autopistas del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).

Por su parte el ingeniero Richard Negrón, director de Autopistas de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), quién se encontraba en el edificio, señaló a NotiCel que era ‘falso’ que estuvieran hoy quemando documentos públicos.

Sin embargo, al ser confrontado por NotiCel de que teníamos una foto donde se veían varios documentos quemados, este dijo que el aparente incendio fue ocasionado hace un mes. No obstante, planteó que no tenía conocimiento sobre qué tipo de documentos eran, las razones por las cuales fueron quemados ni si tenían autorización para hacerlo.

Negrón se limitó a manifestar que la Policía de Puerto Rico ya esta llevando a cabo una investigación y que funcionarios del Tren Urbano podrían brindar mayor información.

También indicó el funcionario que desde el pasado miércoles personal del DTOP se encontraba en el lugar para clausurar el edificio, porque ‘usuarios de drogas y deambulantes entraron al edificio y lo vandalizaron’.

Negrón agregó que el personal del DTOP fue asignado para cerrar el edificio, tras una llamada que recibieron la semana pasada por parte del Municipio de San Juan denunciando los alegados problemas que tenían.

Por su parte, la directora ejecutiva Auxiliar para Transporte de la ACT, María Elena Cristy, explicó en un parte de prensa que ‘se trata de copias de documentos que ya no tienen utilidad y los cuales se han estado decomisando, conforme el procedimiento establecido por la Administración de Servicios Generales. Los originales de esos documentos se digitalizaron para preservarlos’.

Y Negrón reafirmó que los empleados del DTOP no provocaron el incendio.

Informa la Policía

El agente Edward Ramírez, oficial de prensa a cargo del área de San Juan en la Policía, confirmó que en el día de hoy un funcionario del DTOP, que no fue identificado, presentó una querella telefónica por la quema de documentos públicos en dicho edificio.

De acuerdo al agente, los documentos en cuestión fueron quemados ‘hace algún tiempo’.

Tras la presentación de la querella 2011-1-382-1981, Hector Morales, de la Oficina del Procurador del Ciudadano y Reinaldo Villanueva, de la Administración de Documentos Públicos, ordenaron que se clausurara el lugar. El edificio aparentemente estará clausurado hasta que se disponga como se van a remover dichos documentos, que algunos incluían información personal y sensitiva, dijo Ramírez.

De otro lado, el agente Ramírez afirmó que hace unos meses se registró un incendio en dicho edificio, pero no pudo explicar el curso de la investigación. Insinuó además que los deambulantes y usuarios de drogas que presuntamente utilizaban el edificio como ‘hospitalillo’, fueron los que quemaron los documentos.