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80 Grados

Thomas el oscuro, o la orilla como límite

'In the night shall I become the universe?'

-Maurice Blanchot, Thomas the obscure

El universo es un mar picado, y hay que saber que siempre se puede nadar en la oscuridad. Escondido en las aguas de la noche. Quedo y callado. Él es así, o así el se ha creado: sombrío, evasivo, astuto, peligroso. Con la agresividad tatuada en su cara. Dangerous. Un bad boy, aunque ya en sus 50. Aún así, comparado a los dos rivales que le esperarían en la primaria de su partido fracturado, Thomas Rivera Schatz -otrora ogro en la estima de sus detractores- ha rehabilitado su 'electabilidad' al mantenerse tras cortinas, esperando su hora, contando los minutos con inusual calma. Nadando hacia la orilla. Da la impresión que nunca ha pensado que su momento histórico es imposible, y ahora mismo es el personaje más vital de todos los que quieren levantar su mano en enero de 2017 y dormir en La Fortaleza. Y sabe que tiene un extra que los otros carecen. Desde las elecciones de 1968, no ha habido un gobernador electo con bigote.

Además de que su Tomás lleva h –Thomas. Y no lleva acento. Y se endiabla cuando quiere. Y se encojona cuando le parece. Y se calma cuando le conviene.

Rivera Schatz –siempre con el Schatz que le añade un toque de fino y foráneo patricio, el Schatz que le exotiza ese Rivera del Trujillo Alto vibrador– entiende lo que es el tiempo y las diferencias entre el tiempo institucional y el tiempo humano. No que el saberlo le cambie la personalidad ni las mañas, pero colora sus acciones y las pausas entre ellas. Notorio y notable, siempre se ha mantenido en la categoría de Best Supporting Actor. Espera su Oscar político y su estrella en el paseo. Hasta el momento, su comportamiento y apariencia –de hacendado en película mexicana, de terrateniente, de militar en el ejército alemán, quizás, de carabinero– no le ha proporcionado una nominación al mejor actor. Se ha estado preparando en silencio, cosa difícil para él. Y cabalga en las nuevas palabras y la nueva calma que ahora desea proyectar. Su imagen no ha estado cubierta de tinta recientemente.

Y tinta –y mucha y mala– ha habido, y se la ha ganado. Lo que ha pasado con Tomás en su larga ruta hacia la posibilidad de ser querido es que ha entendido que para eso hay que dejarse querer. Y ser odiado era su estrategia. Se ha escuchado con sorna y burla y odio y encojonamiento en tantas ocasiones que hizo mutis pero ahora regresa por el foro. Para eso se mantuvo en la onda de competidor ansioso y con intensidad ofensiva, y algunas cartas en la manga. Una oscuridad que le ha servido bien en los pasados dos años y que le ha impuesto ahora a sus contendores por la candidatura un inmenso problema. No había mucho rastro de su rostro en público, y su rostro es inconfundible. Había escondido su voz. Nadó para esconderse un rato. Se había hecho el exquisito mientras los otros seguían hablando. Y ahora explota. Columnas firmadas por él en los periódicos, más entrevistas, apariciones públicas, visitas a pueblos, a convenciones de juventud y de mujeres..

De cierta manera se había acomodado a su rol como príncipe de las tinieblas. En los pasados 16 años se ha exhibido frente a los demás con una estructura interna que puede ser odiable o amable, según quien lo mire, pero que en definitiva no existe como un confuso desorden, como el que define a sus dos contrincantes, quienes no se han ganado el suficiente respeto como para ser considerados dignos de ostentar tanto poder. Y ahí se esperaba que ya a estas alturas entrara Rivera Schatz a empezar a cerrarle la puerta a los otro y crearles desesperación.

En éste, su cuatrienio como fantasma esperador, lo que ha comunicado y demostrado con su ausencia ha sido el vacío que envuelve a su partido en una encrucijada en el momento en que se supone que su partido esté danzando sobre las ruinas del PPD. Ha faltado su voz, su vozarrón, su pinta de bocón. La ha domado para mejorar la relación ambivalente con los votantes de la Isla. El triángulo de la muerte-por-primarias que se avecina le proporcionaría lo que se figura un boleto de entrada a palacio.

Se supone que la pregunta que todos los habitantes de la Isla se hagan es 'a quién le legamos el trono'? Como se sienten los votantes de todas las ideologías y colores sabiendo que la sabidurá popular dicta que el que gane las primarias a la gobernación del PNP será en próximo gobernador de Puerto Rico? Esa es la apuesta de muchos. Y de él, quien entra despacito y último a la contienda y trastocó el cómodo one-on-one de sus contrarios. Ahora serían tres. It's gonna be messy. El debate que mediría a los tres en estilos, fondos, formas y masculinidades, boca a boca, sería donde Tommy se los devoraría, piensan muchos. Hay insuficiente respeto para Pedro y Ricardo para que se prediga un banquete.

Ha devorado mucho, pero tras bambalinas y con acceso controlado. Él era siempre el hombre detrás de algún títere de ocasión, el que sabía como manejar al que le ponía en bandeja sus deseos para que él se los cumpliera. Pero, ojo: nunca llegaron esos a La Fortaleza cuando él los manejaba a gusto y gana. Brillante ejecución y pobre resultado con el Pedro Rosselló que llegó como un restructurado mesías y se inmoló.

Pero en el mar picado, parece un espectro inusualmente reconfortante, de insospechada autenticidad con maña. Se desquita alejándose, de ahí la manera en que se aparta de los otros con los que estuvo aliado (Pesquera, Roselló, Sr.) y cómo constantemente se traza nuevas periferias, tomando en cuenta la fragilidad de sus contrarios. Él, vampriro, nada de guaynabito, cree en la disención, ve el insaciable apetito de poder que se le ascribe a los otros llega como la verdadera opción, aparentando ser un templo de perfección. Sirve como un antídoto y un correctivo a la bonhomía siniestra de Pierluisi y a la verbaica exuberancia de Ricky Roselló. Y su populismo le aporta un trozo de calle, una parcela de street cred. Nació en Nueva York, fue trasplantado a la Isla, estudió aquí en escuelas públicas y no fue a Estados Unidos a universidad (Leyes en la Universidad Interamericana). Guapo y seductor para algunos (incluyendo alguna personas que lo cubren en los medios). Schatz tiene historias que ha podido mantener fuera del ojo público. Y también – como Ricky – pertenece a una modesta dinastía política: su padre, José 'Nía' Rivera, fue alcalde de Trujillo Alto.

Y le gusta pavonerase. Y se toma su tiempo en decidir.

El discurso político en Puerto Rico es mediocre en palabras e ideas, y los políticos creen que esa carencia se puede compensar con entusiasmo y populismo, y una buena dosis de ideología. Tommy llega con una intención (si bien muchas veces errada) de perfección, con un saco de impropiedades. Su ruta es –bueno, ha sido– el chinchorreo del sentido común. La puñalada bien colocada que provoque el desangramiento. O una mordida. Y hay cierta siniestra nobleza en ese método

Una mordida de tiburón siempre es merecida, decía un periodista hace unas semanas al ver otro 'accidente' en la playas de Florida, la pierna ensangrentada, la ambulancia en la arena. La culpa no es del tiburón, insistía. 'Entras a su casa, y te comportas como comida. Qué quieres que haga?'. Pues en la tradición popular de la política isleña, los gobernadores son bautizados como animales. Gallito, caballo, alacrán. Otros ni a eso llegan. En el caso del Thomas, su apodo, 'Tiburón blanco', es ominoso… La popularidad de los tiburones se constata todavía. No es el 'Jaws' de décadas atrás, es el 'Sharknado' que se ha convertido en un evento de culto, es el 'Shark Week' de Discovery Channel. Es el único cuyo apodo lo capacita para tramitar el mar e intentar una mordidad certera.

Con él no estarán dancing with wolves sino swimming with sharks. Su título es Tiburón –no Dr.como el Rosselló padre (ahora doblemente– M.D. y Ph.Ed.) ni Dr. como el Rosselló hijo, ni Ing. como el Pesquera que para muchos traicionó. Y es en los polos de la traición y la fidelidad que Rivera Schatz – abogado, un título desprestigiado por demás en el ámbito públicopero ubícuito en política – en los que ha mantenido oscilando. Está su lealtad incólume al amigo del alma, el ex senador novoprogresista Héctor Martínez (convicto y luego liberado), y está la prisa acomodaticia con la que salió en el 2004 de la campaña que le dirigía a Pesquera para dirigir la de Pedro Rosselló. Y las guerras civiles y las batallas campales. Y la opinión que de él han tenido sus amigos/rivales/enemigos a través de su historia. Ponían en ‘el su confianza, y luego se desvanecía. Muestra – De El Nuevo Día del 10 de octubre de 2003: 'Pedro Rosselló dijo ayer que su confianza en Thomas Rivera Schatz es tan grande que el actual comisionado electoral del Partido Nuevo Progresista permanecerá en su puesto de él ganar la candidatura a la gobernación y la presidencia de la colectividad'. Y el resto es historia.

Ha tenido, en suma, años de traición, años de fidelidad, años de reflexión y penitencia, años de mostarse como el enemigo público #1 de, pues, de muchas cosas Pero ha cambiado suficientemente para ganar sin haber perdido el fuego en las entrañas y las estrellas en los ojos que le adornan indiluida testoterona. En un debate, tiene voz y gestos que masacrarían, devorarían. De eso no hay duda. Pensará el partido que lo necesita para ganar? Para gobernar? De verdad lo necesitan, o él puede hacer que así piensen? Lo quieren ya tanto para que en la oscuridad, tras nadar en la orilla, se haga del universo? Hasta el momento las respuestas, a saber, son No. No. No. Y otro No. Pero las mordidas llegan cuando los tiburones tienen hambre y encuentran al otro -su comida- sientiéndose feliz, seguro, tranquilito dándose un baño de mar después de haber salido de la sombra de una palma.

*El autor es profesor de estudios culturales en la Universidad del Sagrado Corazón. Tomado de 80 Grados.