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SAN JUAN WEATHER
80 Grados

Querido Pablo (o del político a la política)

A Chago, podemista convencido,

seguidor de Pablo Iglesias y los demás de Podemos

antes de que fueran si quiera un partido…

La sala del anfiteatro de la escuela graduada de la City University of New York (CUNY), la red de universidades públicas más grande de Estados Unidos, está repleta. Además de estudiantes, hay muchas personas de afuera, gente mayor y otros no tan mayores pero que no son estudiantes. El ambiente no es de conferencia academica, aunque el orador es un profesor de la Universidad Complutense de Madrid, tampoco de mitin político, aunque es el secretario general de un partido y será candidato a primer ministro de España en las próximas elecciones generales. Lo que había era mucha gente, que llegó bien temprano (yo llegue mas de una hora antes de la hora señalada de comienzo) para asegurarse un asiento en el único evento público que tendría en Nueva York Pablo Iglesias, el líder de Podemos, el movimiento político que en menos de un año ha causado un terremoto en la escena política española y que según las encuestas tiene posibilidades reales de gobernar próximamente.

Durante la espera observo y escucho. Al frente, un grupo de estudiantes españoles de CUNY a quienes había conocido la semana anterior en un seminario sobre nacionalismo catalán, todos muy entusiasmados de ver a Pablo Iglesias. Varios señores repartiendo hojas sueltas sobre otros eventos en la ciudad organizados por New Left Forum, el anfitrión del día; otros se notaba que habían salido del trabajo a la hora del almuerzo, era evidente por la ropa y que estaban devorándose un sándwich. Estaba entre un británico y un chico estudiante de Ciencias Políticas de Girona, en Cataluña, quien es uno de los organizadores de Podemos en Girona, Podem (Podemos en catalán). Estaba allí también con mucha ilusión de ver a Pablo Iglesias, a quien ya había visto en la reunión que éste había tenido con la comunidad española en Astoria, Queens el día anterior, de la cual, de hecho, no había salido muy satisfecho ya que Iglesias no había aceptado preguntas y había ido a dar su discurso político y luego se había ido.

Así, entre una cacofonía de acento español, diversos acentos latinoamericanos, inglés británico y estadounidense, catalán, hubo un silencio seguido de un rítmico aplauso -de esos que demuestran alegría y entusiasmo y no los que se dan al finalizar un discurso o un espectáculo que son continuos- que anunciaba la esperada entrada de Pablo Iglesias. Ante un grito de 'Viva La República!', finalmente entró. Desde su entrada en el auditorio Pablo Iglesias se ve como un político diferente. No solo su vestimenta informal de mahones y camisa sin chaqueta o corbata y el moñito con pelo largo, sino que cuando a su entrada la audiencia empezó a aplaudir sonoramente, en vez de saludar moviendo su mano como hace la realeza, o levantar los dedos pulgares como muchos políticos, simplemente sonrió, aparentemente emocionado, y aplaudió de vuelta al público por un buen rato.

unnamed-3No puedo evitarlo, un político que no usa corbata, que tiene pelo largo, que hace referencias constantes a Marx y Gramsci, que es profesor de Ciencias Políticas, que alude a la Tercera Internacional para describir algo, me seduce. Y entonces pienso, 'too cool to be true', claro, el 'diablito' que me habla y dice: 'es panfletero', 'populista', 'habla-mierda', 'está creando un personaje para atraer a los jóvenes y descontentos', entre muchas otras. Y, es que inevitablemente a veces le exigimos más a los políticos que rompen los esquemas, quizás porque a los otros ya los hemos destrozado, pero en parte porque los otros, los tradicionales, estamos acostumbrados a sus frases, vestimenta y referencias y ya ni nos chocan ni provocan. No sé, esta pequeña catarsis es porque es algo que yo misma me cuestiono, incluso de camino al evento en el tren me decía, 'a ver con qué sale este'. El clásico 'deja que gane y tenga que gobernar a ver si sigue con estas ideas' no es del todo descabellado, sus colegas griegos de Syriza se han enfrentado a una realidad un tanto diferente a su programa con el cual ganaron las elecciones, pero están intentando hacerlo manteniendo lo esencial de su postura. Además, entre las muchas críticas que ha recibido se añade que es un producto de los medios, y es que Pablo Iglesias ha sabido cómo usar los medios a su favor, empezando por programas alternativos como La Tuerka o Fort Apache, y luego de lleno en los muchos programas de debate político en los canales principales de la televisión española. Pero ser mediático no necesariamente quiere decir que sea una invención de los medios, él es un producto de la academia y muchos años de activismo político y social (no exclusivamente en España) y que ha usado los medios para llegar a mucha gente de una manera diferente.

Luego de una presentación muy elocuente por parte de la periodista Amy Goodman, del programa Democracy Now, Pablo Iglesias se dirigió al público en un inglés con un acento marcado, pero correcto, el cual luego en la sección de preguntas y respuestas demostró que domina, al menos para expresarse y debatir. Empezó su presentación aludiendo a las críticas recibidas en España a su viaje a Estados Unidos, diciendo que aunque discrepe de las políticas del gobierno estadounidense y sus prácticas fiscales, admiraba a muchas personas del pueblo estadounidense, e hizo referencia a Rosa Parks, Smith y Carlo (atletas afroamericanos que levantaron el puño en los Juegos Olímpicos de México en 1968 en señal de protesta), a quienes protestaron por la muerte de Trayvon Martin, entre otros ejemplos.

Luego de este 'disclaimer', Pablo pasó a su discurso político, en menos de veinte minutos resumió el por qué de Podemos, su proyecto político y la necesidad de un cambio. Aunque no abundó mucho, explicó la crisis financiera, las hipotecas subprimes, las subsiguientes políticas de austeridad, y cómo todo esto afectó a millones de personas, creando a su vez una crisis política. Iglesias cuenta que antes de ir a CUNY paró en Wall Street, lo que para él es como un tercer partido, uno que corre y maneja todo, como el Fondo Monetario Internacional, Ángela Merkel, etc., 'como la Tercera Internacional, pero al revés'2. En España, Pablo Iglesias y Podemos se refieren a 'la casta', ese híbrido entre la clase política tradicional -de la cual obviamente se excluye- y la clase dominante económica. Una parte importante de su campaña y discurso son los desahucios, que desde 2006 forman parte del día a día para muchos españoles y el cual él promete terminar en su primera semana como Primer Ministro de España, cobijado por las leyes europeas. Podemos participa activamente de las protestas anti-desahucio (la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, es una parte integral de la organización). El líder de Podemos describe el escenario político y económico actual como uno en el cual 'se rescataron los bancos y se les pasó la factura al pueblo', que Europa ha terminado con una 'división laboral en la cual el norte presta y el sur está obligado a seguir planes de austeridad (Portugal, España, Grecia)'. Y es precisamente hablando de austeridad que el profesor de política hace sus mayores denuncias y concentra su discurso, ya que le adjudica la creación de 'sufrimiento de miles y que no solucionó los problemas que debía resolver y aumentó el desempleo, la deuda y la desigualdad, por ejemplo, aumentando el número de millonarios en España en los últimos años'. Ante este panorama, es 'necesario un cambio político', y también cambios estructurales, como un banco estatal y una reforma contributiva.

Luego de concluida su presentación y antes de pasar a la sección de preguntas y respuestas, respondiendo a una pregunta de Amy Goodman sobre su familia y su tradición de izquierdas, Pablo Iglesias afirmó que la 'política es un conjunto de herramientas para ayudar la gente', lo cual él aprendió de su familia, que incluye presos durante el franquismo, líderes obreros y activistas de la izquierda española de varias generaciones. De hecho su nombre no es casualidad, se llama Pablo porque se apellida Iglesias, así elegido por sus padres en honor al fundador homónimo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Este argumento sobre la política lo abundaría cuando habla de su pragmatismo como marxista e izquierdista en la sección de preguntas y respuestas.

Confieso que durante la más de una hora de intercambio de preguntas y respuestas con el público, Pablo me impresionó mucho más que en su alocución original que estaba escrita. No solo porque ya no estaba leyendo, sino porque contestó con mucha soltura y en un idioma que no es su vernáculo, a una gran variedad de temas y preguntas, y demostró un dominio de una amplia gama temática. No es frecuente que un político con serias posibilidades de gobernar se exponga a un público a contestar todo tipo de preguntas, y debido a la naturaleza de la audiencia, éstas iban desde pragmáticas en términos políticos, a algunas muy académicas.

El tema de la izquierda, el marxismo y el capitalismo salió varias veces a relucir. Aunque dijo abiertamente 'me considero marxista', inmediatamente completa la oración diciendo que 'aprendió que en la política necesitas mayoría'. Este punto es importante porque es una de las diferencias entre Podemos e Izquierda Unida, el partido de izquierda más radical que tiene representación en el Parlamento Español pero que, según alegan los de Podemos, nunca se ha planteado seriamente la opción de gobernar y ha asumido su rol de oposición al margen del poder. Así, Pablo Iglesias explica que él 'entiende lo que es el capitalismo y la lucha de clases en términos históricos, pero que a la gente no le importa si hablas de Marx, la gente necesita relacionarse y movilizarse'. Así, haciendo referencia a su experiencia con los estudiantes como profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y a su presencia en las protestas del 15-M, los llamados 'Indignados', abunda sobre esta postura digamos que pragmática, y no ambigua, como ha sido descrita por sus detractores. Por ejemplo, decía, que en las manifestaciones de los Indignados, venía gente de la vieja guardia de izquierda y los criticaban diciendo que ellos llevaban muchos años luchando y que eran los 'verdaderos izquierdistas'. Así, Podemos, con su modelo horizontal y participativo, trata de distanciarse a su vez de la izquierda tradicional, la cual, argumentan, tampoco ha logrado romper con el bipartidismo español. Cuando le preguntan sobre las acusaciones de ambigüedad y cómo se diferencian del PSOE, Iglesias argumenta que sus posturas y las de Podemos no son ambiguas, que 'cuando dicen que necesitan parar los desahucios y que es lo primero que harán si gobiernan, y que necesitan una reforma fiscal que hagan pagar más a los ricos', 'ambiguo no es una palabra que me define'. Respecto al PSOE, aunque reconoció sus logros en el pasado, dice que en España teniendo un partido de centro-derecha y otro de centro-izquierda, quien se beneficia son los bancos y alude a su ambigüedad, también poniendo como ejemplo el acuerdo recién firmado por el Partido Popular (PP) y el PSOE en el cual incluyen la cadena perpetua en el código penal en España para casos de terrorismo, algo que él piensa que viola los derechos humanos. De hecho, una constante es que no quiere posicionarse en el espectro de derecha-izquierda, aunque honestamente no sé por qué lo hace pues me parece que evidentemente son de izquierdas. Ellos en Podemos argumentan que en vez de derechas o izquierdas, son los de abajo contra los de arriba.

Los otros temas que salían de las preguntas iban desde Palestina, los BRIC, al neo-Keynesianismo, entre otros. Sobre Palestina dijo: 'estuve allí el pasado septiembre y vi el apartheid, la actitud de Estados Unidos es inaceptable y la de Europa es hipócrita; Palestina debe tener un estado, quizás volver a las fronteras del 1948 pero es difícil porque Israel es muy poderoso y tiene el apoyo de Estados Unidos'. Al ser cuestionado por un profesor puertorriqueño del sistema CUNY de economía, quien se identificó como del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), sobre sus propuestas y si estas eran neo-Keynesianas, Iglesias respondió que sí, que ese era el capitalismo que él defendía. Que aunque reconoce que 'el capitalismo es malo, él no puede cambiarlo solo con ganar una elección', que sí ha sido acusado de 'reformista y no un revolucionario real', pero que 'en ese sentido no son muy ambiciosos, son realistas', saben sus límites y para ellos en este contexto 'democracia significa limitar los poderes de los bancos'.

El tema de ETA, su vínculo con Venezuela y los demás miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y sus parecidos o diferencias con Syriza en Grecia, coparon buena parte de la discusión. O sea, que cruza el Atlántico y en su primer acto en Estados Unidos básicamente le siguen cuestionando sobre lo mismo. Ya antes ha sido acusado de ser pro-ETA y sus prisioneros, ante esta acusación Pablo Iglesias simplemente argumenta que él está a favor de la ley y que los presos de ETA no deben pasar más tiempo en la cárcel que los demás presos, sino la condena estipulada. Cuando luego fue increpado de nuevo por ser pro-etarra se molestó muchísimo y llamó al señor 'embustero' pues estaba diciendo que habían videos de Iglesias gritando 'Gora Eta' ('Viva ETA!' en vasco) en Youtube, esto junto a otras acusaciones de que es pro Venezuela (estas críticas salen en parte porque muchos de los líderes de Podemos han sido asesores de los gobiernos de Venezuela y Bolivia), y que quiere limitar el salario de los españoles cuando él y los demás de Podemos no se limitan el suyo, lo cual también refutó con datos. Luego de rebatir todas las acusaciones de este señor y visiblemente molesto, contestó una última pregunta sobre Cataluña, una de las que quería hacerle cuando llegué al evento. La muchacha le dijo: 'lo felicito por su trabajo y si fuera española lo votaría, pero soy catalana y yo también amo mi patria, Cataluña', y le preguntó sobre su postura sobre el derecho a decidir en Cataluña. Él contestó que ellos defienden el derecho a decidir del pueblo catalán, abriendo un proceso constituyente en todo el estado, y aquí la mujer le interrumpió pues le cuestionó por qué tenía que ser en toda España, pero el evento se había terminado y no hubo tiempo para más. Me parece que Podemos al inicio estaba más abierto a que los catalanes decidieran su futuro pero a medida que ha pasado el tiempo (y se acercan las elecciones generales?) han moderado su discurso respecto a este tema. El otro tema que salió varias veces era el de sus similitudes con Syriza en Grecia y su relación con el euro. Iglesias dijo que aunque hay algunas similitudes en las posturas y propuestas, hay también diferencias, ya que Syriza es un partido que lleva años, mientras que Podemos no lleva ni uno como partido, y además las realidades de Grecia y España son diferentes. Pero demuestra mucha admiración hacia los políticos de Syriza y dice 'los camaradas griegos son muy listos'. También que no quiere sacar a España de la Euro Zona. Y piensa que Ángela Merkel tiene que recapacitar, que hay que decirle: 'cometiste un error y el año que viene podrías estar aquí sentada con Marine Le Pen y no queremos eso'.

Desafortunadamente me quedé en la fila de preguntas que era larguísima, quería preguntarle sobre su posición sobre la monarquía española y si salía electo, si propondría una consulta para reformar la constitución. Una pena, pues veo que a veces usan el discurso republicano pero me quedé con la duda de cuán serios son respecto a este aspecto de la política española, del cual no se discute mucho.

Confieso que después de verlo en persona y escucharlo, me gustó y sin tener que poner 'peros'; hay algunas cosas que me parecen irreales o un poco ficticias, pero qué político que quiere que lo voten no ha hecho esto mil veces antes. Pero evidentemente los políticos tienen tan mala reputación que ya el sustantivo se convirtió en adjetivo, y lo que Pablo Iglesias critica y llama la casta le puede volver como un bumerán; mientras recogía un señor le dice a una señora: 'estuvo bien pero sonaba como un político…'. A mí, que político no lo veo como mala palabra, sino como un término para describir lo que es el poder y sus estructuras, ser honesto en aspirar abiertamente al poder para intentar cambiarlo; me gusta precisamente lo político que es Pablo Iglesias y sus colegas de Podemos y cómo asumen la política.

Nota de la autora

El título de este escrito alude a un doble disco de distintos artistas en homenaje al cantautor cubano Pablo Milanés. De mis discos favoritos y también recuerdo de una época en la adolescencia que me gustaba mucho el nombre 'Pablo' y me caían bien los 'Pablos'. Este me cae bien y me trajo buenas memorias. Otros colegas de 80grados han escrito sobre el tema abordado (ver artículos de Miguel Rodríguez Casellas y Giovanni Roberto) y en ambos artículos se analiza la posibilidad (o no?) de que ocurra un fenómeno como Podemos en Puerto Rico. Aunque me encantaría abundar más sobre Podemos, en este artículo me enfoco en el evento de CUNY y mis impresiones de Pablo Iglesias. El próximo martes 24 de marzo a las 4:00 p. m. el programa 'Hilando Fino' de Radio Universidad será dedicado a Podemos y la actualidad política española. Tendré el privilegio de acompañar a los profesores de Ciencias Políticas de la Universidad de Puerto Rico, Raúl Cotto Serrano y José Javier Colón Morera.

*La autora es es estudiante doctoral en Ciencias Políticas en la New School for Social Research y es egresada de la Universidad de Puerto Rico donde estudió Ciencias Políticas. Tomado de 80 Grados.