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80 Grados

De la nada: indignación y privilegio

En una carta abierta al Gobernador compartida en Facebook y publicada por NotiCel, una empresaria local expresa su disgusto y frustración con la anunciada reforma contributiva y el IVA. Decenas de miles de personas han leído la misiva. En ella, la autora se opone a la legislación propuesta por García Padilla en tanto busca penalizar a profesionales exitosos, personas que hacen y gastan su dinero honradamente. 'Mientras tanto el vago y el mantenido siguen sin producir, siguen sin aportar'. Curiosamente, la autora no precisa a quienes se refiere. Supongo yo que ella supone que sus lectores y lectoras entenderán con la mera mención. De quienes sí traza un boceto son de las personas 'como ella'--educadas (en colegios privados y en 'las mejores universidades del mundo'), profesionales (dedicadas al comercio legal), y exitosas (con los recursos para pagar colegios privados y las mejores universidades), quienes 'progresan', 'luchan', 'generan empleo' y 'hacen de su comunidad una más diversa y vibrante para que la gente quiera vivir en ella'.

La carta concluye con una advertencia:

Aprenda a valorar y respetar al profesional puertorriqueño o pronto se va a quedar sin ellos. Llevo casi 15 años pagando impuestos, muchos impuestos, sin recibir nada a cambio. Todo lo que necesito lo pago con mi dinero. El gobierno no me ha dado nada. Ni educación, ni servicios de salud, ni siquiera la tranquilidad de sentirme segura en mi propia casa. Como yo somos miles de profesionales que nos duele y cada vez nuestro boleto de avión de ida está más cerca. El que decide es usted, Sr. Gobernador. [énfasis mío]

Ahora bien, a mí me gustan mucho las cartas abiertas y advertencias dirigidas a gobernantes, sobre todo cuando surgen de un sentido profundo de indignación debido a una injusticia percibida. La indignación en esta carta, sin embargo, no parecería estar dirigida hacia el Gobernador como tal. O más bien, la indignación que el Gobernador ha provocado en la autora surge de lo que aparenta ser un profundo malestar con ese grupo no-identificado de 'vagos' y 'mantenidos' que (supongo) no progresan, no luchan, no generan empleo y ciertamente no hacen de su comunidad una más diversa y vibrante para que la gente quiera vivir en ella. Serán ellos a los que el gobierno les da todo?

'Todo,' a juzgar por la carta, incluiría una educación mediocre, y pésimos servicios de salud y una fuerza policiaca ineficiente (y abusadora, de paso). Servicios públicos de los cuales la autora no tiene que depender, pero sí ayuda a sufragar por medio de sus contribuciones. Aquí quizá convendría traer a memoria las expresiones de la doctora que despotricó en contra de un grupo de pacientes en el Hospital Regional de Bayamón en agosto del 2014. Me pregunto si acaso las personas objeto de la diatriba de la doctora en aquella ocasión (beneficiarias de la reforma de salud) caen entre esos 'vagos' y 'mantenidos' a los que alude la empresaria en su carta. De ser así, tampoco leen. Esto, supongo, porque no estudiaron en colegios privados ni en las mejores universidades del mundo, y contrario a personas como la doctora y la empresaria, sí han recibido todo [lo malo] que el gobierno les ha podido brindar.

Yo, que también me eduqué en colegios privados y en 'las mejores universidades del mundo', que 'progreso' y 'lucho' y leo y tengo empleo y pago impuestos, y que tampoco he recibido nada del gobierno fuera de la suprema satisfacción de ver a personas como yo en el gobierno y de contar con la diversidad de foros para manifestar mi insatisfacción con la labor que realizan esas personas, y de saber que pertenezco a ese grupo que por su status social, y/o su éxito profesional y/o sus conexiones y/o su raza y/o su género y/o su orientación sexual, le importa más al gobierno que el resto de la población, aun cuando el gobierno pareciera tener intencionado hacerme la vida imposible en mi país, escribo esta carta abierta dirigida a personas como yo, desde la indignación:

Queridos/as:

Tumben el discurso de odio contra 'vagos', 'queda'os', 'cafres', 'cacos', 'yales', 'boricuas bestiales', 'indocumentados', 'titeritos', 'gente de caserío', 'vividores', 'buscones', 'esa tusa', 'esa chusma', 'esa masa de ignorantes', 'indeseables', 'cuponeras', 'mantenidos' etc.

Cordialmente,

gmo

PD: Lo de 'queridos/as' fue una exageración.

Admito que no es mi mejor carta. Olvidé exponer mis razones, abundar en mi indignación. Aquí va: Quienes genuinamente sienten que el gobierno no les ha dado nada, que lo mucho que tienen es producto exclusivo de su esfuerzo y de su trabajo, que logran hacer su vida aquí en relativa comodidad gracias a sus cuantiosas inversiones en servicios privatizados de salud, educación, seguridad y demás, que piensan que estos gastos son necesarios toda vez que sinceramente creen que la isla en su mayoría está poblada por gente que no se sabe comportar y que por ende su alegría y su paz dependen de la infinidad de portones entre urbanización- escuela-lugar de trabajo, sepan por favor que el gobierno—paradójicamente—trabaja para ustedes en tanto hace rato abandonó sus obligaciones para con esa mayoría del otro lado del portón, así provocando un contexto social donde solo aquellos y aquellas con los recursos necesarios para pagar 'beeper' y portón, podrán más o menos vivir aquí. O largarse, claro. Pero, para esto también hay que pagar.

En ese sentido, lo que el gobierno les da, en abundancia y complicidad, es el privilegio de poder decir que no les ha dado nada y el lujo de poder despotricar contra quienes llevan las marcas más visibles de algún sustento gubernamental de poca monta. Esta también es una crisis, la más urgente. Y la pagan las y los pobres. Sépase.

Ahora, una carta abierta al gobernador.

Honorable Alejandro García Padilla:

Ese 'sépase' le aplica a usted también.

Cordialmente,

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*El autor es profesor de ciencias sociales, justicia criminal y escritura creativa. Tomado de 80 Grados.