Caravana
Por Mariana Reyes Angleró*/Llegamos tempranito a Maunabo. La plaza estaba desierta como están las plazas un domingo por la mañana. Después de soltar los motetes comenzaron las vueltas de rigor. Fui al colmadito que queda diagonal a la plaza a buscar el periódico. Estaba buscando una nota sobre el evento que nos llevaba hasta allí: la Caravana Cultural de Miguel Zenón.
Se lo comento a la señora que está detrás de mi en la fila y enseguida me dice que sí, que ella va para allá a las tres y que su hijo va a estar allí porque su hijo, Rafael Delgado, es el maestro de la banda escolar de la superior de Maunabo y va a participar del evento.
Hace unos meses empecé a trabajar con Miguel Zenón en el proyecto de Caravana Cultural. El asunto funciona de la siguiente manera: se escoge un pueblo –casi siempre pequeño- que no necesariamente cuenta con un gran presupuesto para eventos culturales. Hasta allí llega Miguel con tres músicos más. Son músicos de alto calibre que recorren el mundo con su instrumento, acostumbrados a tocar en clubes europeos y en festivales. La Caravana Cultural no es un proyecto de la música de Miguel ni presenta a su cuarteto, que componen el pianista Luis Perdomo, el baterista Henry Cole y el bajista Hans Glawisching. La Caravana es un regalo que Miguel le hace a un grupo de desconocidos. La cosa se amarra con la participación de dos o tres jóvenes estudiantes de música del pueblo al que se visita. En este caso los muchachos –dos trombonistas, un trompetista y una saxofonista- son parte de la banda de la Escuela Higinio Figueroa. Hace un mes Miguel le envió por email al maestro de los muchachos las partituras que debían ensayar para ese día, era el tema: Blue Train de John Coltrane. Cada parada de la Caravana es un homenaje a un inmortal del jazz. Este domingo le tocó a Coltrane.
Ya montado el sonido y las luces, concluido el sound check, nos fuimos a la pizzería de la esquina. Allí tienen pizza de jueyes y pollo asado, entre otras cosas. Una señora que andaba con los nenes le dijo a otra que a las tres de la tarde iba 'para lo de jazz' que tenían en el Anexo. El evento era en un salón adjunto a la Casa Alcaldía, en la misma plaza de Maunabo. Parecería que todo el pueblo estaba enterado, pero por si acaso, el señor que guía la guagua que va con un altoparlante por el pueblo anunciando los especiales del colmado, los juegos de pelota y los eventos especiales se motivó a montarse en la guagua y dar par de vueltas por la plaza dando el anuncio. A los dos minutos se escuchaban mezclados los cánticos de la misa católica en pleno apogeo y la voz del don de la guagüita: 'caravana cultural gratis a las tres de la tarde en el Anexo de la Casa Alcaldía. Concierto de jazz, gratis'.
Cuando dieron las tres no cabía la gente en el Anexo. En el espacio caben unas 300 personas. Miguel tomó el micrófono y empezó la primera parte del evento, una charla de una hora. La conferencia está dividida en tres partes: la improvisación, el jazz y su histori, y la vida y obra del homenajeado, en este caso Coltrane. La gente escuchó en silencio. Había viejitos, niños y jóvenes. Algunos eran evidentemente conocedores que seguramente viajaron del área metro para no perderse el inusual evento. Esta vez tocaron Danny Grisset en el piano, Marcus Gilmore en la batería y Vicente Archer en el bajo. Viajaron de Estados Unidos exclusivamente para este evento. Todos los gastos los cubrió Miguel con los fondos de una beca que recibió hace unos años que no tiene requisitos específicos que estipulen lo que tiene que hacer con el dinero, es decir, puede comprarse una casa, irse un año para Europa o hacer lo que le de la gana. Pero a él le da la gana de usarlos en parte para llevar el jazz a algunos rincones recónditos del país. La próxima parada es el 10 de junio en Vieques.
El alcalde de Maunabo, Jorge Márquez, estaba allí. Los municipios aportan a este proyecto proveyendo un espacio para hacerlo y sirviendo de enlace entre la producción y la comunidad. Miguel le dio las gracias entre la charla y el concierto y el ejecutivo aprovechó para decir unas palabras. 'Cuando me trajeron este proyecto y me dijeron que no había que pagar nada yo dije: ‘válgame Dios, por fin''. El público se rió y aplaudió. 'Los pueblos pequeños no tenemos un gran presupuesto para actividades culturales y que alguien se nos acerque y nos traiga un proyecto de la calidad de este para nuestro pueblo es una bendición'. Entonces la gente aplaudió vigorosamente.
Miguel habló de Coltrane y sus sheets of music y de sus distintas etapas, Miles, líder de grupo…de su muerte a los 40 años. Pero lo más impresionante fue ver a estos cuatro músicos de principios del Siglo XXI tomarlo donde Coltrane lo dejó. Quisiera tener el peritaje para hablar críticamente de la música que ocurrió allí el domingo, pero no lo tengo. Sé que me gustó, me conmovió la generosidad de Miguel. Me quedé pensando que así se construye un país y llevo toda la semana escuchando mi canal de John Coltrane en Pandora.
El viernes, 27 de abril Miguel Zenón presentará su trabajo más reciente en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes. Alma Adentro, disco que recoge parte del cancionero popular boricua y fue nominado al Grammy, se presenta por primera vez en Puerto Rico ese día.
*La autora es periodista. Tomado de 80 Grados.