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80 Grados

'Entrevista' a Steve Jobs

Por Bernardo López Acevedo*/A duras penas Steve Jobs había remontado la última de las nubes, le salió al paso un periodista del Heaven Enquirer.

–Buenas Steve. No me alegra verle por estos lares, pues sé que aún tenía planes en la otra esfera, la terrenal. Pero así es (era) la vida. Voy derecho a su especialidad: Qué es lo mejor de Facebook?

–Facebook? Qué es eso? Otra computadora china?

–No Steve. Usted tiene que saber. Facebook es una red social.

–Cómo dice? Qué es una red social? Es un contrasentido! La red es para atrapar, no? Atrapar para aislar, no? Entonces, cómo puede concebirse una red social?

–Bueno, es social en un sentido cibernético, laxo… virtual, ésa es la palabra.

–Juntemos estas piezas: Hasta donde entiendo, usted me dice que Facebook es una red social virtual. Pero, lo virtual existe o es virtual… inexistente… imaginario?

–Existe, pero no es tangible,

–Cómo intangible? Me quiere usted arrastrar a terrenos teológicos. Por favor, no me venga, precisamente ahora que acabo de llegar a esta esfera post-terrenal, con que Facebook es la suplantación de Dios, a quien se siente pero no se ve, según los creyentes!

–No, no, no! Mejor empecemos desde el principio. Tuvo usted, Steve, cuenta en Facebook?

–Sí tuve. Es pecado acá arriba?

–No, nada que temer. Pero aclaremos: No estamos acá arriba, como usted acaba de decir. Estamos en el preciso medio entre el arriba y el abajo. Parece que estamos alto porque el abajo no es el abajo que usted conoció… es un poco más profundo… unos tres millones de kilómetros más abaaaaaaaajo. Ve?

–En esas profundidades no es posible que nadie tenga cuenta en Facebook.

–En más profundas profundidades hay gente que la tiene y todas las noches escribe alguna ocurrencia en el muro.

–Puedo yo preguntar algo?

–Claro que sí! Acá en el mismo medio del arriba y el abajo practicamos la democracia aprendida…. adivina usted dónde?

–Ah! Ésa sí que la sé. Silicon Valley!

–No exactamente, pero sí en… Estados Unidos de América. Cuál es su pregunta?

–Mi pregunta es por qué me recibe usted con preguntas sobre Facebook en lugar de entregarme un tutorial para aprender cómo se las maneja uno acá arriba, o acá en el medio o donde sea que haya yo aterrizado a mis 56 años cuando ya tenía todo pensado para acabar con las computadoras personales y otros adminículos tecnológicos para que la gente fuera más feliz… que era mi sueño y el de Wozniak cuando nos dormíamos en la marquesina mordiendo manzanas para partir por el medio al imperio de IBM.

–No se me sulfure, Steve. Calma, que estamos en la eternidad o cerquita. Recuerda la calma y sangre fría con la que usted reclutó a Sculley, de Pepsi Cola?

–Sí. Le dije que decidiera si quería seguir vendiendo agua acaramelada con azúcar o cambiar el mundo. Sculley era inteligente y escogió cambiar el mundo. A la larga o corta, cambió tanto que me botaron de Apple. Algunos años después los jerarcas de Apple tuvieron que meterse el rabo entre las patas y re-emplearme. Pero usted, que se cantó demócrata, no me ha contestado mi pregunta.

–Lo sé. Se la contestaré, no lo dude, Steve. Usted quiere saber por qué yo le pregunto sobre Facebook. No lo he olvidado. Es que usted se refirió a Wozniak, Steve Wozniak, su cuate, y yo quisiera saber si alguna vez ustedes pelearon, discutieron o tuvieron encontronazos en ese delirio de hacer una computadora para el resto de nosotros, como decían ustedes para meterle un dedo en el ojo a la IBM y al DOS de tan mala recordación.

–Usted es mexicano, que le llama cuate? Por qué habríamos de pelearnos? Wozniak era un genio. El interfaz gráfico amigable –perdone, no sé si acá arriba o acá en el medio o allá abajo ya se dice amistoso– era la pasión de Wozniak. En aquella marquesina, ese loco se ponía a describir cómo funcionaría el mouse y cómo habría que hacer dos clics aquí o allá para que empezara todo un programa a funcionar… y se le olvidaba que tenía un maldito café enfriándose! En más de una ocasión le dije: Amigo, tómate el café. Y el muy zafio me decía: Tan pronto esté escrito binariamente, me lo bebo.

–Ah, cará! Es que como Wozniak no escribe, no dice, no publica… pues se queda uno con la impresión de que fue un bobo de marquesina…

–No, no, no! Jamás diga eso, nunca lo repita. Siéntese frente a una computadora y abra documento tras documento y toda esa maravilla de ventanas abiertas, unas al frente, otras detrás, con capacidad para ir al principio o al final o al medio de un documento, sea de la naturaleza que sea, se la debemos, bueno ustedes se la deben, a Wozniak.

–Y entonces, Windows y Gates no inventaron nada?

–Es esto una entrevista en serio o es para correrme la máquina acá arriba o en el medio del abajo que nunca llegué a conocer?

–Windows es serio y Gates también. De hecho, ese sistema operativo predomina sobre el de Apple.

–Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho…

–Dejemos, pues, esa vertiente. Le voy a contestar su pregunta de hace un ratito. Yo le pregunto sobre Facebook porque quiero saber qué usted piensa del efecto material y tangible de que esa red social pueda hacer que la gente aparente estar cuando en realidad no está. Y a mí me preocupa por mi propia salud mental. Porque no quiero ser ubicuo ni aparentar que estoy donde no estoy y con quien no estoy. Y como usted viene de allá me interesa su opinión. Porque de aquí para arriba o de aquí para abajo ya será otra cosa, otra dimensión. Sin IBM, sin Apple, sin Next. Y sin teléfono celular.

–Amigo, elimina la cuenta de Facebook. Repasa a Walt Whitman. Y si tienes tiempo y ganas, estudia mandarín… que los chinos se quedarán con el mundo mientras encuentren y haya agua. Después…, la Biblia… llanto y crujir de dientes. Encima de eso, cuando averigües por qué crujir se escribe con j en vez de con g… me llamas. Ahora, dime: dónde es el centro de cómputos?

–Dios lo cerró. Un día declaró: Esto no vale la pena. El hombre es tarambana. El conocimiento no le cuadra. Cuando aprende algo, lo usa en contra de sus hermanos o de sí mismo. Ni Apple se salva de este desmadre. Llamen a Steve. Sí a Jobs. Que venga para acá… a descansar. Y por eso está usted aquí. Ve?

–Ah, bueno. Si es así… veo.

*Tomado de 80 Grados.