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SAN JUAN WEATHER
80 Grados

En la cama con Sergio

Yo estuve con el Tío Sergio en la cama antes de que el mundo lo conociera. Aunque aquello me encantaba y duró varios días, creo que tres, estaba loca por acabar. Ahora puedo hablar de esto porque ya todo el mundo conoce al Tío Sergio. Después de aquel encerramiento en mi apartamento en la calle Tanca supe que un día él salió del barrio sin mirar para atrás y ahora, me han dicho, lo han escuchado hablar hasta alemán.

No fue un tiempo cómodo aquel de la cama. Él se desparramaba por todas las sábanas y yo me confundía a veces por la falta de orden. Creo que de todas, a mi fue la única que se me fue de las manos, las demás eran más cuidadosas.

Yo estuve mucho tiempo esperándolo, oía hablar de que vendría, pero no sabía mucho de él, no sabía ni su nombre. Y creo que fui, de las más cercanas, la última que lo supo. La otra, la más chiquita, lo supo antes y lo disfrutó más tiempo, más despacio, de poquito a poquito, por partes. Me imagino la cara que ponía. La linda, me contaron, en algún acto clandestino participó con él, fue la escogida. La más cercana no, esa aunque lo conocía muy bien, sólo lo miraba, lo inspeccionaba muy de cerca, se lo conocía al dedillo, lo veía y lo esperaba. Pero la del sur, esa me imagino que lo sabía todo pues la Maga se fue a vivir a casa de ella pagándole la mitad de renta para poder presentárnoslo un día.

Para aquellos felices días vivíamos, como quien dice, todas juntas, incluyendo a algunos otros. En un mismo edificio, y en el que colindaba, compartimos los mejores tiempos. Los patios eran de todas, la comida de todas y había un mismo traje que nos prestábamos cuando queríamos impresionar.

Yo, que había estado en la cama antes con otros, y después más, quedé muy impresionada con él, realmente enamorada, hasta el día de hoy.

Cuando él se hizo público, lo cedimos al mundo para que otras y otros lo disfrutaran. Estábamos y seguimos de fiesta.

Ya han pasado 25 años de aquello y todavía no puedo decir que lo conozco, sigue igual de enigmático. Todas hemos cambiado, pero en el fondo seguimos iguales. Juntas y revueltas. Me pregunto de qué lado estaría él hoy en este Puerto Rico que vivimos. Me lo imagino yendo a marchas en gabán, como aquel otro, el poeta, serio y de apariencia triste. Pero eso sí, estaría contento y orgulloso de la familia de todas nosotras, de las hijas e hijos que hemos tenido, de lo que hemos hecho para ganarnos la vida y para tratar, todos los días, de salvar al país. Pero aquellos felices días de la Tanca 'no volverán jamás…'

Felices Días, Tío Sergio. Feliz cumpleaños.

Mapa de personajes

Yo, Laura Candelas, leí el manuscrito de Felices Días Tío Sergio acurrucada en mi cama con la ventana de dos hojas del cuarto de par en par y los vientos de marzo entrando fuerte. Por eso, a veces se me volaban las hojas y se formaba un revolú.

La 'más chiquita' es Yolanda Zabala, que pasó a maquinilla las hojas escritas a mano por Magali García Ramis.

La 'linda' es Linda Hernández, que le sacó copias fotostáticas al manuscrito a escondidas en un lugar donde trabajaba para poder enviarlo a la imprenta.

La 'más cercana' es Nora Soto que siempre ha estado ahí apoyando y cuidándonos. El orden.

La 'del sur' es Edna Pacheco, que recibió a Magali en su casa cuando ella pidió trabajar a medio tiempo en la UPR para terminar la novela pues no tenía suficiente dinero, pero sí unas ganas tremendas de escribir.

Y 'la Maga', pues es Magali García Ramis, sin misterios, tenaz, inmensa y generosa.

*Laura Candelas es periodista.